El colesterol alto puede acabar en una angina de pecho o en un infarto

 

SAN JUAN DE LA MAGUANA….A menudo al colesterol no se le da la importancia que merece.  Sin embargo, cuando no se controla, los efectos sobre el corazón pueden ser fatales.  Es uno de los principales factores de riesgo para contraer una enfermedad cardiovascular especialmente la de las arterias coronarias. Es la que provoca, entre otras cosas, angina de pecho e infarto de miocardio.

Los niveles elevados de colesterol, junto con otros factores de riesgo como la diabetes, la obesidad, el tabaquismo o la hipertensión, pueden provocar que en las arterias coronarias se formen placas de grasas que poco a poco, la van obstruyendo si no se trata, puede llegar a taponar la arteria y, en consecuencia, la sangre no llegaría al corazón.

 Y es que  las arterias son como las cañerías, cuando están nuevas no tienen problemas, pero con el pasado del tiempo la cal puede acabar taponándolas.

Los altos niveles de colesterol tienen una relación muy directa con la creación de estas placas en nuestras arterias.  De ahí la importancia de controlar periódicamente y, en especial a partir de determinada edad.

La persona puede no tener síntomas durante años pero, en un momento dado, la placa que esta dentro de la arteria se rompe y se crea un coagulo de sangre. El paciente entra entonces en infarto de miocardio.

El primer síntoma puede ser la angina de pecho, un dolor intenso en el tórax, habitualmente en relación con los esfuerzos.    Es un signo de alarma y, si se trata, se puede evitar el infarto, pero es importante actuar en ese punto.

Cómo Llega el infarto

Se produce una acumulación de grasa en la pared interior de una arteria coronaria.  Se forma un coagulo (trompo) que tapona la arteria.  El tapón no permite la llegada de sangre al área del músculo que irriga esa arteria y se produce el infarto.  El miocardio muere por fata de irrigación y esa zona del corazón deje de funcionar.