LO QUE NO DIJO LEONEL EN SU DISCURSO


Predecible fue el discurso de Leonel Fernández, a tal punto que publicamos con siete horas de antelación, en los periódicos digitales, lo que iba decir en su desafortunada alocución.

En esencia, el discurso tuvo como eje central los “insuficientes ingresos” que recibe el Gobierno Central, para la ejecución de su sagrado mandato de encaminar el país por el sendero del desarrollo. Sin embargo, vamos desnudar las falacias:

1. Leonel Fernández tergiversó la realidad en lo que atañe la participación de los actores políticos y sociales en la elaboración y aprobación del nuevo paquetazo tributario, al no ser producto de un consenso entre las fuerzas políticas, economías y sociales. Tanto los partidos políticos de oposición, como los empresarios, y sectores sociales organizados rechazan la llamada reforma tributaria. Fíjese, que la Ley de Desarrollo hace referencia a un pacto fiscal para la implementación de una reforma fiscal integral, cuando en realidad el paquetazo, solamente consigna cambios a determinados artículos del Código Tributario, sin obedecer a aspectos de integralidad, sino más bien a la necesidad de lograr mayores ingresos para subsanar el déficit fiscal más elevado de la historia republicana.

2. Se equivoca Leonel cuando alude a las bondades recaudatorias del nuevo paquetazo fiscal cuando en esencia las modificaciones son a los impuestos indirectos, es decir los impuestos más regresivos por su condición de incidir directamente sobre el consumo, afectando, fundamentalmente, a la clase media y a los sectores de bajos ingresos, quienes son los que tienen una mayor propensión a consumir (entiéndase, amigo lector, que los pocos ingresos que reciben la mayoría de las familias dominicanas son destinados a adquirir los bienes y servicios de subsistencia), de modo que se esperaría que el Gobierno no sólo afectará la poca capacidad adquisitiva de quienes perciben ingresos, sino que afectará la economía en su totalidad (para los entendidos de economía: la demanda agregada tenderá a contraerse), y por ende el crecimiento económico.
3. Es contorsionista el amigo Fernández, en su discurso, cuando dice que el FMI, en el 2011, estaba sugiriendo un 3.5% de ajuste, cuando el ajuste del 2012 es producto de un “hoyo fiscal”. Entonces, me pregunto: ¿Cómo si Leonel sabía ese dato, andaba diciendo a diestra y siniestra que contaba con 40 mil millones, bajo la alfombra, para gastarlo en campaña? ¿Por qué irrespetó la Ley de presupuesto, al ejecutar obras fuera de programación del gasto y sin tener la debida apropiación de fondos? ¿Por qué no transparentó las deudas con contratistas financiadas con el Banco de Reservas? ¿Por qué permitió la ejecución de obras sobrevaluadas?

4. Se responde Leonel asimismo, en el discurso, cuando expresa que “el cambio de impuestos externos a los internos no se dieron en la debida compensación”, cuando en otra parte del discurso se refiere a la aplicación de varias leyes de incentivos y concesiones tributarias, que en realidad no contribuyeron a elevar ni la competitividad ni el empleo en el país, pues como se sabe el crecimiento de la economía se debe en menor medida al incremento de la productividad de los factores, mientras el empleo se encuentra en un 60% en el sector informal y es de baja productividad y calidad.

5. Trata, Leonel, de eludir su responsabilidad en el desbarajuste fiscal, cuando alega que un déficit fiscal no tiene consecuencias penales, pero sí hay delito en las causas del déficit, cuando se violaron las leyes de comparas y contrataciones del Estado dominicano, la de presupuesto, la de crédito público e inclusive la de Inversión pública. El comunicado del FMI, lo confirma y lo refrenda.

6. Sin embargo, tiene razón, Fernández, y lo dice por experiencia cuando asegura que la opinión pública es manipulada. Los más de 6 mil millones de pesos gastados en publicidad y propaganda para garantizar la permanencia del partido oficialista en el poder le confieren plena autoridad para referirse a ese sector en esos términos.

7. Comete Fernández un perfecto desliz, que no debe perdonarle a Andy (aparentemente uno de los redactores del discurso) cuando dice que “cuando alguien compra fiao o con una tarjeta de crédito, de hecho está asumiendo un déficit que luego se financia con el pago de una deuda.” Este ejemplo no procede, debido a que cuando se compra “fiao” o con tarjeta, no necesariamente se tiene un déficit, pues el compromiso de deuda (por ejemplo con el colmado) o con el banco (en el caso de la tarjeta de crédito) se puede perfectamente cubrir con el ingreso corriente, es decir con lo que se recibe en el mes, sin que se tenga que recurrir a endeudamiento. Se puede, inclusive, terminar con superávit, después de pagar la tarjeta a final de mes. Puede usted, perfectamente, comprar con tarjeta e ir tomando “fiao”, manteniendo saldos positivos durante todo el mes.

8. Esto lo dijo Leonel: “Para que se tenga una idea de la forma responsable en que el Gobierno dominicano manejó la deuda externa, conviene poner de relieve lo establecido por JP Morgan, uno de los más grandes y prestigiosos bancos de inversión del mundo, cuando en su nota de coyuntura sobre nuestro país, de la semana pasada, declaró que el nivel de deuda del Gobierno dominicano terminará en el 2012 bastante moderado en relación al resto de América Latina.” Y esto lo dijo el FMI: "En opinión de la misión, las políticas macroeconómicas deberían orientarse a reducir la vulnerabilidad fiscal y externa. En el frente fiscal, la meta debe ser reducir el cociente de deuda pública a PIB a cerca del nivel observado en 2007-08 antes de la crisis global (35 por ciento del PIB).” ¿A quién creerle?

9. Miente Fernández cuando alega que “las obras de infraestructuras, que fueron reclamados por las poblaciones de las distintas comunidades como parte de sus planes de desarrollo local, y que fueron contemplados, de igual manera, en el presupuesto del 2012.” Cuando en realidad las obras de inversión pública, no obedecieron a una priorización de la inversión pública, dado que permanentemente se viola la Ley de inversión pública al no ser éstas el resultado de las propuestas surgidas de los Consejos Regionales y Provinciales de Desarrollo, pues en la práctica estos no están funcionando.

10. Es cierto que en “Brasil, la presión fiscal es de 35 por ciento. En Argentina, de 30 por ciento. En Jamaica, es de 24 por ciento. En Uruguay, de 23.2. En Nicaragua, de 22 por ciento. En Bolivia, 22.6, y en Chile, de 21.6. En los Estados Unidos, la presión fiscal es de 28.2 por ciento. En Suecia, es de 49 por ciento. En Finlandia, de 46 por ciento. En Francia es de 44 por ciento. En el Reino Unido, de 42 por ciento. En España, de 39 por ciento. En Italia, de 41 por ciento.”

Pero también es cierto que en esos países la corrupción gubernamental está muy por debajo a la registrada en nuestro país. Recuérdese que el Foro Económico Mundial nos confiere el “privilegio” de ser los campeones de la bolita del mundo en éste renglón. Esto así debido a la falta de la institucionalidad, a que hace referencia el mismo Foro y refrenda el comunicado del FMI. De modo que, si correlacionamos la presión fiscal y corrupción, en la medida que el Gobierno dominicano aumente sus recaudaciones en esa misma medida el índice de corrupción se incrementará. Aquí se debe tener en cuenta el caso de Brasil, que no obstante haberse manifestado ciertos niveles de corrupción, hoy están siendo perseguidos por la justicia de ese país los responables de los defalcos en el gobierno, con la diferencia de que en el gobierno de Lula, más de 24 millones de personas salieron de la pobreza.

Por otro lado, si bien es alta la presión fiscal en la mayoría de los países mencionados, los impuestos prevalecientes son los impuestos directos, es decir los más progresivos, con la salvedad de que el gasto en su generalidad es de mayor calidad y los ciudadanos tienen acceso a mejores servicios y sistemas de protección social más eficientes.

11. Mal servicio le hace Andy, el mercader de cifras acotejadas, a Fernández, cuando tratando de justificar el discurso, sostiene que “en el gasto de capital de 2012 aparecen cerca de RD$24,500 millones que fueron ejecutados en el 2011, pero registrados durante el 2012.” ¿Se referirá a las transacciones de factoring encubiertas a través del Banco de Reservas, lo que significa una flagrante violación a la Ley de Crédito Público? ¿No debió pasar el referido monto como deuda al próximo ejercicio fiscal?

Por ultimo, los veos y no los conozco, cuando de manera ferviente defienden el tamaño del Estado, muy contrario a la posición furibunda de la privatización de Leonel y el achicamiento del Estado dominicano de Andy, acorde a su pensamiento neoliberal a ultranza.


Por Bernardo Hirán Sánchez Melo

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