Hipolito Mejia dice Vincho se dedicado a labrar su imagen de persona capaz de cualquier bajeza
https://www.elvalleinformativo.com/2013/07/hipolito-mejia-dice-vincho-se-dedicado.html
El expresidente Hipólito
Mejía acusó al doctor Marino Vinicio Castillo, director de Ética e Integridad
Gubernamental, de callar durante "la fiesta de los millones" que
realizaba Leonel Fernández como presidente de la República, mientras endilga
inconductas a otros.
En una carta pública, del
exmandatario al jurista, político y funcionario del Gobierno le hace referencia
de sus andares en cabarets y actuaciones que desnudan su imagen pública.
A continuación reproducimos
la carta de Mejía a Vincho Castillo:
Una respuesta a Pelegrín
Castillo y a su padre
Pelegrín Castillo, diputado
e hijo del doctor Marino Vinicio Castillo, se atrevió a decir que tengo una
campaña de descrédito para que destituyan a su padre del cargo de la Dirección
de Ética e Integridad Gubernamental.
Pocos hombres en la
historia han sido capaces de crear su propia campaña de descrédito como lo ha
hecho Marino Vinicio Castillo a lo largo de su vida.
Primero, enfrentó en su
natal San Francisco de Macorís a quienes, muerto Trujillo, salieron a las
calles a demandar libertad, a lo cual la respuesta de Vincho fue crear y
dirigir una banda de paleros para golpear, amenazar y atemorizar a quienes
contribuían a crear la democracia en el país.
Luego viajaba al vecino
país, Haití, y participaba en lugares donde se juntaban prostitutas, bandidos y
borrachones y en una pelea de cafetines resultó extrañamente muerto su
compañero de farras, nada más y nada menos que un antiguo miembro del tenebroso
Servicio de Inteligencia Militar, donde reunió Trujillo a todos los chivatos,
torturadores y asesinos. Por eso el refrán: dime con quién andas y te diré
quién eres.
Como parte del perfil de si
mismo, creado a fuerza de irrespetos y barbaridades, se recuerda su
"hazaña" de interrumpir la misa en la catedral de La Vega con un
grupo de mujeres borrachas, llevadas allí para dañar la solemnidad religiosa
que se celebraba.
Vincho, difamador y hombre
de actuaciones turbias, se ha dedicado a labrar su imagen de persona capaz de
cualquier bajeza, por eso fue el ariete que intentó denigrar la justa fama del
doctor José Francisco Peña Gómez, cuyo papel protagónico en la política nacional
corroyó el alma envidiosa del doctor Castillo, quien no pudo ser el ejemplo de
honradez, dignidad y reciedumbre moral del líder del Partido Revolucionario
Dominicano.
Vincho es el hombre que se
atrevió a imprimir una Gaceta Oficial falsa, hecho hasta entonces inédito en la
historia nacional, para justificar el robo de la victoria electoral de 1978 al
PRD y además uso grabaciones captadas ilegalmente por el gobierno para
presentarlas en la vil defensa que hizo Castillo de lo indefendible.
Más recientemente, en el
ejercicio poco ético de su profesión, siendo funcionario del gobierno en la
parte ética, sirvió de abogado a los banqueros que usaron los depósitos del
público para embarcarse en una carrera de gastos desenfrenados que llevó esos
bancos a la bancarrota.
Dentro de su creencia de
que nada vale nada y de que siempre se saldrá con la suya difamó al ingeniero Hernani Salazar, pero esta vez no
le resulto puesto que fue condenado por
la Suprema Corte de Justicia al pago de una indemnización.
Su más reciente hazaña
consiste en mentir, dejar de lado, rehuir consignar haberes en la declaración
de bienes que debe prestar como funcionario público, y a los datos que se han
presentado objetivamente, aún no ha respondido, y sospecho que no podrá
responder porque no hay argumentos que hagan mella a los documentos que fueron
ofrecidos a la conciencia nacional.
¿Cuál ha sido el papel de
Marino Vinicio Castillo como titular de la Dirección de Ética e Integridad
Gubernamental? La de mudo que calló durante la feria de los millones que realizó
su discípulo y seguidor Leonel Fernández durante su gobierno de ocho años.
Vincho, con su silencio, se
ha convertido en cómplice de la corrupción de Leonel Fernández y su equipo de
acompañantes. Esa corrupción, denunciada y debatida hasta la saciedad, la calló
y la ocultó conscientemente el doctor Castillo, de la que no habla ni se atreve
a hablar, se anda por las ramas haciendo insinuaciones contra personas
honestas, empresarios de fama bien ganada y profesionales millones de veces más
serios que él y que sus hijos.
Ahora sale su hijo Pelegrín
a hablar de responsabilidades y acusarme de estar detrás de esas
investigaciones. He dicho y repito aquí que ya quisiera yo ser el impulsor de
esos trabajos periodísticos. Yo felicito a los periodistas que han trabajado
esas informaciones y a los que las han divulgado. Creo que son personas que
gozan del aprecio y el respeto del país, por el bien a la higiene moral del
país que han hecho.
Sólo se puede realizar una
campaña contra una persona cuando la misma goza de crédito y reconocimiento de
la sociedad. Y ese no es el caso.
Hipólito Mejía
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