Desafiando a la muerte

https://www.elvalleinformativo.com/2014/01/desafiando-la-muerte.html

Por ANUFO MATEO PÉREZ
Un grupo de jóvenes
habíamos decidido hacer una travesía por la cordillera Central, sin
proponérnoslo, para desafiar a la muerte. En mayo de 1966, el día del árbol,
iniciamos el viaje en un viejo autobús desde San Juan de la Maguana hasta
Constanza, tomando el escabroso camino que atraviesa a San José de Ocoa.
Se trataba de un grupo de
boy scouts, que deseaba la vivencia de cómo llegar al Cibao, sin tener que
hacer la ruta obligada por Santo Domingo ni la carretera Internacional.
Estando entre montañas y
precipicios y casi al oscurecer, el chofer se desmontó, y moviendo la cabeza de
un lado a otro, dijo que no seguiría esa ruta tan peligrosa y que prefería
devolverse.
Con pasión convencimos al
conductor del vetusto vehículo a continuar la marcha.
En un ambiente húmedo y
frío, bajaron los scouts de mayor edad, y quitando rocas y otros obstáculos del
camino, iban haciendo el trillo para continuar el viaje entre precipicios y
elevaciones monumentales hasta llegar a las Pirámides. Pasado el susto, todo se
hizo más fácil y llegamos a Constanza.
Desafiando a la muerte,
habíamos llegado al valle encantado con olor a rosas y pintado de montecasinos,
donde casi siete años antes, -el 14 de junio de 1959- había pisado un puñado de
valientes que, procediendo de Cuba, aterrizó bajo el mando del excapitán Juan
de Dios Ventura Simó, para combatir la dictadura trujillista.
En un gigantesco vivero de
plantas endógenas nos encontramos con el presidente provisional de la República
Héctor García Godoy, a quien todos de buenas ganas estrechamos la mano, minutos
antes del inicio del acto donde se dejaba inaugurada una jornada de
reforestación.
Hace unos años, escribí una
crónica para tomarle el pelo a los lectores del diario digital
Barrigaverde.net, narrando que un viejo sueño se hacía realidad con el inicio
de los trabajos de la autopista Sur-Cibao, la cual sería de cuatro carriles,
con túneles, paradores y un trencito que llevaría a turistas desde esa vía
hasta el pico Duarte de la Cordillera Central.
Como siempre ocurre, muchos
lectores no llegaron al final de la crónica, ignorando que se trataba de una
broma el día de los Santos Inocentes, siendo 28 de diciembre. Llamadas
telefónicas, faxes y correos electrónicos se entrecruzaban desde Estados
Unidos, Europa, América Latina y otras latitudes. El Asunto, tomado en serio,
se esparció como reguero de pólvora.
El obispo de la diócesis de
San Juan, monseñor José Dolores Grullón Estrella, un sanjuanero nacido en
Guayabal de Santiago de los Caballeros, antes y después de la broma y siguiendo
el trillo de los animales que van y vienen del Cibao, ha insistido como un
Quijote en hacer ese camino a pico y pala desde la comunidad rural de El
Ingeñito.
Por iniciativa del senador
de la provincia San Juan, Ramón de la Rosa, la broma se va convirtiendo en
verdad, y acaba de ser acogida por la Comisión de obras públicas del Senado.
Tengo la certidumbre de que en algunos años, muchos sureños comenzarán a hablar
con la “i” y otros tantos cibaeños con la “r”.
14 de septiembre, 2008.
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