Jurado declara culpable un taxista dominicano extraditado de RD de asesinar su esposa en 1993; enfrenta cadena perpetua

NUEVA YORK._ Un jurado de la Corte Criminal de El Bronx, declaró ayer jueves culpable de asesinato en segundo grado al taxista dominicano Angel Guridy Cabral, acusado de matar a su esposa Altagracia Valdez en 1993.

Guridy Cabral de 51 años, escapó a la República Dominicana después de cometer el asesinato en el apartamento que compartía la pareja en un edificio de la avenida Gerard en El Bronx.

Fue arrestado en el Este y extraditado a Nueva York en mayo del 2012.

Había sido acusado formalmente del cargo de asesinato en segundo grado y otros delitos en el 2010.

La víctima tenía 25 años de edad.

El crimen ocurrió en marzo de 1993, cuando el taxista mató de múltiples puñaladas a su esposa en medio de una discusión de violencia doméstica.

El jurado deliberó durante dos días para llegar al veredicto, después de un juicio de tres semanas.

Guridy Cabral, quien será sentenciado el 5 de marzo por el juez David K. Li, se enfrenta a entre 25 años a cadena perpetua, dijo un comunicado de la Fiscalía del Distrito de El Bronx.

Cuando el taxista asesinó a su esposa, todavía no existía ninguna base de datos de ADN para comprobar la conexión entre un criminal y la víctima.

Años después, los detectives Anthony Padilla y Mark Tebbens, se encargaron de reabrir el "caso frío" y después que Guridy Cabral llegó extraditado, hicieron pruebas de ADN a restos de la víctima y al taxista, que dieron como resultado su conexión directa con el crimen.

La fiscal Rachel Singer dijo que Guridy no había sido acusado de los cargos, porque se estaba recopilando evidencias y que gracias a la nueva tecnología con aplicación del ADN, se pudo comprobar que él fue al autor del crimen.

Según los fiscales, Guridy podría estar envuelto en otro asesinato que se investiga, pero los investigadores se encontraron con la barrera del Tratado de Extradición de 1909 entre Estados Unidos y República Dominicana que establece que los criollos entregados a las autoridades norteamericanas, sólo pueden ser juzgados por el crimen por el que son solicitados en ese proceso.

El teniente William Carbone de la Brigada de Casos Fríos (Cold Cases) de la Fiscalía de El Bronx, dijo que Guridy Cabral también está vinculado al menos a otro asesinato contra otra mujer y cometido por el chofer dominicano el 22 de enero de 1996.

Ese crimen fue perpetrado en el Alto Manhattan.

El cadáver de Valdez, fue hallado en el piso de la sala de su apartamento en la avenida Gerard de El Bronx. Guridy Cabral fue procesado en el cuartel 50 de ese condado y presentado en la Corte Criminal, luego de llegar extraditado a Nueva York y entregado a detectives de ese precinto.

El dominicano fue arrestado en 1999 en un poblado de Rhode Island y los investigadores comprobaron su participación en el asesinato de Valdez con un ADN, luego de ser liberado bajo fianza huyó a la República Dominicana, por lo que no pudo ser acusado por el homicidio de Valdez en ese momento.

En el 2010 y estando prófugo, fue instruido formalmente de cargos. El expediente señala que ultimó a su esposa con un cuchillo de cocina y en presencia de un hijo de la pareja de 7 meses de edad que no resultó lesionado. El muchacho estaba al lado del cadáver de la madre, cuando la policía y paramédicos llegaron a la escena.

Tras dos años oponiéndose a la extradición, su traída de regreso a Estados Unidos, se retrasó por ese tiempo.

Entre los otros crímenes cometidos presuntamente por Guridy Cabral, figuran violaciones sexuales y asesinatos, añadió el teniente del NYPD. Añadió que los crímenes fueron cometidos en El Bronx y Queens.

El taxista tiene récord de varios arrestos previos por violación sexual en un caso que tuvo que ser desestimado porque la víctima se negó a cooperar con los fiscales.

También se le acusó de usar una licencia de conducir falsa. El detective Carbone dijo que los familiares de Valdez aún viven en El Bronx y el Alto Manhattan y están muy contentos porque el asesino de la mujer, finalmente, será castigado por la justicia.