Un secreto a voces
https://www.elvalleinformativo.com/2015/02/un-secreto-voces.html
Por ANULFO MATEO PÉREZ
Las más recientes
revelaciones de la ministra de Salud Pública sobre la situación de esa cartera,
es sólo una muestra del caos en que se desenvuelve la misma desde hace décadas.
Los datos aportados constituyen sólo la punta del iceberg del dispendio,
desorden, ineficiencia institucional y la politiquería.
La doctora Altagracia
Guzmán Marcelino da a conocer que de 73 mil empleados, 1, 373 de distintos niveles
no justifican sus salarios. Si se limitara a esta última cifra, fuera un mal
menor ante el desastre.
Como el “Infierno de
Dante”, los centros estatales de salud son el vestíbulo del infierno; están
carcomidos por la pereza, el fraude y la violencia. Son un reflejo fiel del
sistema político que padecemos.
La deshumanización
progresiva es más que espeluznante, ante la indiferencia de quienes deben velar
para que la prevención, acciones curativas y de rehabilitación se ofrezcan con
calidad y calidez.
Los planes anunciados por
Guzmán Marcelino son alentadores, pero sabemos que mientras el sistema de salud
y el modelo político imperante prevalezcan, sus intenciones no pasarán de ser
sólo una aspiración.
Porque se trata de un
sistema que privatiza cada vez más sus servicios y que el personal de salud y
de apoyo mal remunerado no funciona a nivel de los requerimientos que demanda
la población a nivel nacional.
Uno de los grandes escollos
que tiene el Ministerio, es que una apreciable parte de la dirección
médico-administrativa es fruto de las “recomendaciones” (permítanme el
eufemismo) de politiqueros corruptos.
Y para colmo, la medicina
privada a través de sus “caballos de Troya” —para engrosar su “banco de
pesca”—, torpedea la eficiencia de los centros de salud del Estado. La Iglesia
en manos de Lutero. Un secreto a voces.
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