El Sur también existe La miseria sacude los cimientos de cientos de familias

Juancho, Pedernales…….Jonas Sprissu y Jurgen Roxr, dos jóvenes turistas alemanes ávidos de aventuras en espacios naturales, quedaron fascinados cuando observaron la Laguna de Oviedo, un extenso reservorio de agua con 28 kilómetros cuadrados, 1.5 metros de profundidad y una rica y variada biodiversidad de flora y fauna que durante décadas fue sustento de vida para las familias pobres de esta región, particularmente de pescadores.

Jonas preguntó en español si hay peces en Laguna de Oviedo, y la respuesta positiva lo sorprendió: Existen variedades, pero curiosamente, según testimonio de pescadores locales, en los últimos años especies como sábalos, róbalos, jureles y cojinúas se sienten atraídos por carnadas vivas, curricán, plumillas, carnadas de fondo, ni la lombriz de tierra o artificial.

Aunque tienen la certeza de que hay peces, estas especies han desarrollado habilidades para evadir los señuelos, reconocen el ruido de los motores de las yolas, y según cuentan pescadores de mucha experiencia, allí no se captura “ni siquiera un resfriado”

Es un fenómeno extraño que los lugareños no entienden, ni pueden explicar a ciencia cierta, un misterio incluso para el viejo y diestro pescador Sallé Pérez, de 66 años, quien tiene el privilegio de haber capturado un sábalo gigante, hace ya muchos años, cuando la laguna era fuente de vida para un nutrido grupo de hombres que mantenían sus familias de esta actividad. Ahora la sequía económica afecta a este hombre que tiene 11 hijos.

“Antes había muchos pejes ahí. Yo agarré un sábalo de 50 libras y un róbalo de casi 30 libras. Usted venía a pescar y nunca se iba con las manos vacías. No pican con carnada de ningún tipo y eso ha motivado que cada día hay menos pescadores. Eso se acabó.

“ Yo creo que el Gobierno debe poner una veda, porque los peces grandes no pican en anzuelo y los chiquitos los agarran con chinchorros de ahorque. No los dejan crecer. Eso es un crimen”.

Melvin Urbáez es un joven pescador, nacido y criado en la comunidad. Reconoce que los peces que captura son pequeños “pero yo tengo una familia que mantener y a la hora de buscar el moro, mi esposa y mis tres hijos no comen cuentos. El problema es que cada día hay menos peces y menos pescadores. Ahora lo que está de moda aquí es el turismo, pero todavía no arranca”.

Durante años, a lo largo de la carretera Barahona Pedernales lo lugareños vendían a los visitantes ensartas de peces que mostraban frente a sus hogares. Pero, a falta de mercancía, muchos optaron por vender gasolina en “estaciones móviles”, esto es, colocan una mesita con botellas y envase plástico con combustible y lo venden a dueños de motocicletas y a algunos conductores que van o retornan de Pedernales y tienen apuros para llegar a su destino. Algunas familias sobreviven vendiendo ropa usada que exhiben a la sombra de un árbol. Es un signo evidente de miseria y precariedades.

Turismo en pañales. La actividad turística en Laguna de Oviedo es tímida. 

Ocasionalmente llegan visitantes que se interesan por hacer un recorrido por ese hermoso cuerpo de agua. El anfitrión es Melvin González, un joven entusiasta encargado de los tours en ese lugar.

Melvin organiza el tour de los jóvenes alemanes Jonas Sprissu y Jurgen Roxr, y mientras conversaba con ellos, en inglés, un nutrido y exigente grupo de niños, con edades de 4 a 8 años, molestaban a los visitantes pidiendo dinero.

“Señor, señor, deme dinero”, “mire, usted, deme diez pesos, por favor”, “deme lo que sea, que tengo hambre”, repetían. Se saben estas frases de memoria y sincronizan los movimientos de sus pequeñas manos y la expresión de lástima de sus inocentes rostros.

Cuando se le preguntó a Melvin González quiénes eran los padres de estos pedigüeños, el joven respondió que “ya hemos conversado con las autoridades para que los niños no molesten a los turistas y visitantes, pero todo ha sido inútil.

Es de mal gusto que cuando llegan personas estos pequeños pidan dinero a los visitantes”.

Laguna de Oviedo. Está localizada en el Centro del Parque Nacional Jaragua. en la provincia de Pedernales, donde abunda el desempleo, las carencias, el olvido y las precariedades elementales para vivir dignamente.

Este cuerpo de agua es la laguna más extensa de la República Dominicana. Contiene aguas hipersalinas.

En manglares que bordean su entorno reside una rica, exquisita y variada fauna, algunas en peligro de extinción, tales como el flamenco, el solenodonte y la iguana rinoceronte.


Tomada del Hoy

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