La Figura de Duarte
https://www.elvalleinformativo.com/2018/02/la-figura-de-duarte.html
Por Roberto Rosado
Fernández, Educador
Hablar de Duarte es hablar de febrero y de febrero es hablar
de patria, de independencia, de nación, de valor, de heroísmo, de juventud, de
decoro, de dignidad y de honestidad.
En la personalidad de
Duarte se expresan todos esos valores y debido a ello cuando se dice República
se piensa siempre en Juan Pablo Duarte.
Su dimensión es grande, muy
grande. En su labor abarcó todos los elementos históricos, humanos, literarios
y, sobre todo, nacionalistas y antiimperialistas.
Se enfocó en la creación de
la nacionalidad sin ambición. De su ideario se extraen estos juicios que
prueban esta afirmación,” Por desesperada que sea la causa de mi Patria,
siempre será la causa del honor y siempre estaré dispuesto a honrar su enseña
con mi sangre.” “El amor a la Patria nos hizo contraer compromisos sagrados
para con la generación venidera, necesario es cumplirlos, o renunciar a la idea
de aparecer ante el tribunal de la Historia con el honor de hombres libres,
fieles y perseverantes”.
No es un fracasado.
Demostró su condición de hombre culto. Creó un núcleo que le sirviera de base
para crear el instrumento político, La Trinitaria, para la organización del
pueblo hacia la fundación de la República. Aplicó paciencia y la formación para
crear las condiciones para que naciera la República.
Creó La Filantrópica y La
Dramática para afianzar, desde el arte,
la cultura y la colaboración la labor política que inició en su Escuela de
formación Política en 1834.
Como eje de su formación
utilizó básicamente textos de la guerra
de España contra Francia. Insistió en que los jóvenes ingresaran al ejército
como vía para el conocimiento de estrategia de guerra en razón de que a los
haitianos, como cualquier nación que interviene otra por la fuerza, su salida
solo se produce con el uso de la fuerza militar y para ello hay que conocer
estrategia de guerra.
Su dimensión
antiimperialista es muy grande. Tan grande que consideraba enemigo de la patria
a todo aquel que ose entregar la nación al mejor postor, de ahí su lucha
incesante contra Buenaventura Báez, Pedro Santana, Gaspar Hernández, Tomás
Bobadilla y contra todos quienes le acompañaron en esa peligrosa y triste
empresa de colocar a Santo Domingo a los pies de cualquier nación extranjera. En ese proceso se destaca España,
Francia, Inglaterra y, finalmente Haití.
Duarte los enfrentó a todos
y los catalogó de “malos dominicanos” al colocar sus intereses personales por
encima de los intereses de la nación y del pueblo dominicano.
Duarte tenía sus ideas
claras y muy sólidas. Tanto es así que fue capaz de convencer a todos para que
se involucraran en la causa de lograr una patria libre de toda potencia
extranjera por poderosa que esta sea.
Deja en sus mensajes un
compromiso de futuro” Vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor”.
Hizo lo que tenía que hacer
en cada momento del proceso para la construcción de la nacionalidad.
1- Formó, cuando tenía que formar.
2- Peleó, cuando tenía que pelear.
3- Organizó, cuando tenía que organizar.
Honrado, digno, honesto,
osado, con carácter y, sobre todo, decidido.
Ojalá podamos introducir el
contenido de su ideal a cada dominicano para que la honradez, la dignidad y la
honestidad le acompañen en su diario vivir.
La sociedad dominicana lo
necesita y lo está exigiendo y la escuela, la familia y el ESTADO están en la
obligación de promoverlo, mas hoy que tantos malos dominicanos han tomado rumbo
contrario.
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