Temor e incertidumbre se apoderan de residentes en Jimani ante incremento de crímenes y delitos

Jimaní.- La ola de atracos, asaltos a viviendas y hasta violaciones sexuales, tienen preocupados a los habitantes de este municipio, común cabecera de la provincia Independencia.

Estas acciones, atribuidas a bandas de malhechores haitianos, los cuales actúan en complicidad con dominicanos, sin que el Departamento de la Policía Nacional ni la Dirección Regional Sur intenten evitarlas.

Los moradores del municipio sureño denuncian, además, que haitianos ilegales construyen viviendas en el sector Las 40s, en la parte Este de la ciudad y comerciantes del vecino país, se apoderan de la parte dominicana en el lugar donde se realiza el mercado binacional.

“Atracos, violaciones de mujeres, se entran en las casas por las noches,  donde roban y violan a las mujeres y atropellan o golpean”, narró el profesor Pedro Santana, sobre lo que está sucediendo en su comunidad.

Los delincuentes cometen sus acciones en horas de la mañana: “Lo que te estoy diciendo son casos que se pueden confirmar. Ha habido violaciones al menos de dos mujeres, y de otras tres lo han intentado y ellas no se han dejado”, narró.

El esposo de la presidente de la Sala Capitular del municipio, Soledad Trinidad, una de las personas que ha estado llevando los reclamos junto a la comunidad para enfrentar la situación.

Refirió el caso de una joven mujer evangélica violada, así como el reporte de al menos 20 casos de hechos delincuenciales cometidos en contra de los habitantes de la comunidad.

“Los afectados han narrado que por las características físicas de sus atacantes son haitianos”, por lo que narró se han dado reuniones de la comunidad y está “por hacer justicia con sus manos, debido a la ineficacia de los organismos de seguridad”.

“Un pastor evangélico tiene en su poder dos ganzúas que utilizan para abrir las casas”, agregó Santana y refirió que son muy comunes los robos de motocicletas y vehículos, que luego son trasladados al lado haitiano y hay que pagar para recuperarlos.

“Nosotros no tenemos inconvenientes con los migrantes que tienen sus papeles, pero el problema es con los que no tienen. Están construyendo casas en el pueblo de Jimaní; eso puede traer consecuencias muy serias”, dijo.