Parar de Coger Prestado en RD

https://www.elvalleinformativo.com/2019/04/parar-de-coger-prestado-en-rd.html
Por Rubén Moreta
El proceso histórico de la
República Dominicana se caracteriza por el caudillismo, el sesgo ideológico, la
inconsistencia en el discurso, el transfuguismo, el pragmatismo político y la
corrupción. El encuadre sociopolítico de
la actualidad es el mismo de la segunda mitad del siglo XIX. Parecería que como sociedad, en ciento setenta y cinco años de vida
“independiente” hemos permanecido estáticos, sin cambios significativos.
Si leemos el discurso de
los intelectuales dominicanos del siglo antepasado, encontraremos los mismos
atascos que hoy nos domeñan. Hoy solo
han cambiado las fachadas de los pueblos, que exhiben una engañosa y falsa modernidad. Pero las cuestiones fundamentales
no han tenido la atención correspondiente por los dirigentes del Estado. Significa que irresponsablemente el liderazgo
nacional ha ido aplazando la solución de nuestros problemas sustantivos, quizás
aprovechando los bajos niveles instruccionales de nuestras gentes.
Hoy tres problemas
centrales golpean la sociedad dominicana: la pobreza, la corrupción y la
impunidad. Con el actual modelo de
gestión pública es imposible extirpar estos lacerantes elementos.
En sentido general, tenemos
un Estado que carece de institucionalidad porque nuestros líderes se han
encargado de no producir soluciones de fondo a nuestros problemas, y de usar
los resortes de poder en su favor y del grupo de adláteres que constituyen su
anillo de poder. Otro problema que ha
perseguido a la nación dominicana es la irresponsabilidad en el gasto público y
la búsqueda alegre de empréstitos para mitigar déficits, situación que
–incluso- incubó una odiosa intervención imperial durante el siglo pasado.
Que Republica Dominicana
tenga que destinar hoy el 47% de su Producto Interno Bruto (PIB) para el pago
de su abultado endeudamiento, es para alarmarse y asustarse. Significa que la mitad de nuestras riquezas
la tenemos que dedicar a conjurar compromisos crediticios.
Traducido todo esto en
lenguaje sencillo, significa que estamos gastando más de lo que podemos erogar;
que para equilibrar el presupuesto nacional estamos cogiendo “fiao” o prestados
recursos financieros de forma desbordada y que ya nuestra capacidad para poder
pagar todo el “fiao” se está agotando.
El Banco Mundial, organismo
que ha validado ésta alocada carrera de deudas, ha dado la alarma sobre los
efectos catastróficos que esta locura de endeudamiento del gobierno de Danilo
Medina pudiera tener, incluyendo dañar
las perspectivas de crecimiento, incrementar la volatilidad macroeconómica y
finalmente provocar una crisis fiscal que afectaría de manera negativa a los
pobres.
Es tiempo de dar un frenazo
en materia de endeudamiento externo, reorientar el presupuesto, ampliar la base
de contribuyentes y extirpar la evasión fiscal.
El autor es Profesor UASD.
Publicar un comentarioDefault CommentsFacebook Comments