El derrocamiento de Bosch

 




Por BERNARDO VEGA 


Este septiembre se cumplieron cincuenta y siete años del derrocamiento de Juan Bosch, período que equivale a dos generaciones, por lo que pocos dominicanos de hoy eran adultos en ese fatídico 1963. ¿Por qué fue derrocado? Existen tres versiones:

La histeria anticomunista. Con el ascenso al poder de Fidel Castro en 1959 la guerra fría anticomunista se trasladó al Caribe. Trujillo fue ajusticiado apenas tres semanas después del fracasado esfuerzo norteamericano de salir de Castro con la invasión de Playa Girón o Bahía de Cochinos.

La crisis de los misiles terminó el 28 de octubre de 1962 y Bosch fue elegido apenas el 20 de diciembre. Existía el temor de que nuestro país deviniese comunista, pues prevalecía el “síndrome de una segunda Cuba”.

El liderazgo de las fuerzas armadas era el mismo que dejó Trujillo, pues el Consejo de Estado tan solo había removido a oficiales parientes del dictador. Esos militares observaban con preocupación cómo en Cuba se fusilaban a miembros del alto mando. Nuestros empresarios organizaron “manifestaciones cristianas” en contra de Bosch y promovieron huelgas, pues temían expropiaciones de sus empresas “a la cubana”.

La Iglesia también estaba en contra de Bosch, influenciada por lo que ocurría en la isla vecina. Bosch, un demócrata liberal, amigo de Betancourt y Figueres, era acusado falsamente de ser débil con los comunistas, cuando los izquierdistas que regresaban al país lo hacían al amparo de una ley del Consejo de Estado.

El 24 de septiembre de 1963 Bosch se reunió con la alta jerarquía militar y anunció que iba a sacar al general Wessin y Wessin. Estos, después de consultar con Wessin y con el general Atila Luna, no aceptaron esa decisión, provocando que el presidente les dijese que ante esa insubordinación iba a presentarse ante el Congreso para renunciar.

El segundo gran error de la noche, el primero fue no aceptar lo decidido por Bosch en cuanto a Wessin y Wessin, fue negarle al presidente renunciar frente al Congreso dando el golpe esa misma noche y deteniéndolo.

Lo convirtieron en un mártir. Bosch suscribiría esa explicación sobre su derrocamiento en su libro Crisis de la democracia de América en la República Dominicana (México, 1965) donde hasta agradeció el apoyo norteamericano a su gobierno.

El esfuerzo por derrocar a Duvalier. La guerra civil de 1965 provocó tanto la intervención militar norteamericana como el retorno al poder de Joaquín Balaguer, con elecciones fraudulentas. Bosch desde su exilio en España devino marxista, publicando en 1967 Pentagonismo, sustituto del imperialismo y en 1970 Dictadura con apoyo popular.

En ese mismo año el periodista neozelandés Bernard Diederich junto con Al Burt, publicaron Papa Doc. Haití y su dictador, donde explicaron que el general haitiano Leon Cantave, con el apoyo norteamericano, había organizado desde territorio dominicano un ataque contra Duvalier.

Bosch entonces planteó la nueva tesis de que fue derrocado para facilitar el esfuerzo del general y que tan solo se enteró de ese plan cuando leyó el libro. La realidad es que lo conocía desde finales de su gestión y que durante toda su vida había complotado contra dictadores como lo evidencia su obra Póker de espanto en el Caribe.

Es más, durante su breve gobierno devino en el único presidente dominicano que haya amenazado con invadir a Haití, aunque pensaba, como admitiría después, que tan solo con ese anuncio Duvalier abandonaría el poder. Además, esa acción servía de “paraguas político” durante las discusiones sobre la nueva Constitución dominicana. Pero el gobierno norteamericano cometió el error de no involucrar a Bosch en ese plan.

La CIA tumba a Bosch. También existe la tesis de que la CIA auspició el derrocamiento, cuando la realidad es que el gobierno de Kennedy no reconoció al gobierno sucesor, el Triunvirato, y eso tan solo lo haría su sucesor Lyndon Johnson cuando se enteró que había surgido la guerrilla de Manolo Tavarez.

Los archivos norteamericanos evidencian ese apoyo de Kennedy a Bosch. Sin embargo, la reciente publicación del libro Los sucesos de 1965 en la República Dominicana según los archivos ingleses evidencia la hostilidad personal del principal agregado militar norteamericano hacia Bosch.

En resumen, fuimos los dominicanos, para nuestra vergüenza y arrepentimiento, quienes derrocamos a Bosch.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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