González, Urías y Arozarena dan el toque latinoamericano a la Serie Mundial

ARLINGTON, EEUU.- La
serpentina que mandaron desde lo alto del montículo los zurdos mexicanos Víctor
González y Julio Urías, por los Dodgers de Los Ángeles, y el poder del bate del
cubano Randy Arozarena, por los Rays de Tampa Bay, sazonó con un sabor
latinoamericano el último partido de la Serie Mundial.
En la sede
"burbuja" de Arlington (Texas), los Dodgers derrotaron por 3-1 a los
Rays en el Sexto Partido del Clásico de Otoño y con la victoria, dejaron 4-2 la
serie que se jugó al mejor de siete y consiguieron el primer título de Serie
Mundial desde 1988.
Para el equipo de Los
Ángeles el título es el primero en tres intentos en los últimos cuatro años y
el séptimo de su historia después de haber disputado 24 Clásicos de Otoño y
haberlo ganado en 1955, 1959, 1963, 1965, 1981 y 1988.
Pero una de las claves de
la victoria de los Dodgers estuvo en la gran labor que realizó su bullpen,
encabezado por González y Urías, con sus serpentinas de alta clase, que fueron
las que hicieron posible el silenciar a la ofensiva de los Rays, lo que les
permitió quedarse con el triunfo y el rescate, respectivamente.
González (1-0), quinto
lanzador de siete que los Dodgers mandaron al montículo, trabajó perfecto una
entrada y un tercio, retirando a tres bateadores por la vía del ponche.
El zurdo, nativo de
Veracruz, de apenas 24 años, concluyó su tarea con 18 lanzamientos, 12 los
mandó a la zona del strike, contra cuatro bateadores.
Urías, también de 24 años, nativo de Culiacán, trabajó dos episodios y dos tercios, para sacar los siete outs que le correspondía, retiró a cuatro bateadores por ponche.
Como cerrador, Urías
realizó 27 envíos, 19 los puso en la zona escondida del strike, contra siete
bateadores enemigos.
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