La corrupción, la justicia y el desarrollo sostenible

Por MELVIN BERA Fecha: 13/07/2022
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El permitir y fomentar la corrupción en el Estado,
instituciones o personal, unida a una Justicia poco confiable para enfrentarla
y erradicarla, es un pecado que no debe de ser pasado por alto.
Los dominicanos tenemos que respaldar la valentía de la
justicia que debe de seguir actuando independiente del gobierno, la política y
enfrentar los males de la corrupción tanto del pasado como del presente.
La lucha contra la pobreza y el ansiado desarrollo
sostenible, requiere de una justicia sólida y digna de credibilidad, de figuras
honestas, de plataformas políticas que merezcan la confianza y respeto de
todos.
En nuestra historia existen ejemplos de seriedad que hace
falta emularlos. Es el caso de Juan Pablo Duarte, quien al recibir de la Junta
Gubernativa la suma de RD$1000.00 para gastos en una misión militar, al
finalizar el 12 de Abril de 1844 presento un informe en el que aparecía el
gasto de RD$173.00 devolviendo RD$827.00, dando muestras de honestidad.
En el país han existido gobiernos como el de Juan Bosch,
quien hizo propuestas y realizado acciones que inducían al adecentamiento de la
cosa pública y que nos permitieron confiar en su mandato. El ex presidente Joaquín Balaguer llegó a
decir en su momento, que la corrupción se detenía en las puertas de su despacho.
En los años recientes, el fantasma de la corrupción ha
actuado de las manos de una Justicia que gozaba de desconfianza nacional e
internacional y así, se ha promovido el desvió de cuantiosos recursos.
Las fortunas acumuladas bajo el amparo de la politiquería
contando con la complicidad de una justicia amañada, deben de ser ventiladas en
los tribunales sin importar bandería política o social. Existen millones de
ojos que observan la acción de la Justicia en su lucha a favor del interés
nacional y no de los corruptos.
Debemos mantener al país, instituciones e individuos,
alejados de la corrupción de ahí, por lo que es prioritario la independencia y
acción de la justicia como ente de equilibrio para devolver la confianza
nacional y emprender el camino que nos conduzca hacia el desarrollo sostenido
del país, la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
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