Fraude, robo y propuestas sexuales: estalla 'fuego cruzado' de acusaciones en el grupo paramilitar Mozart que opera en Ucrania

Washington------Andy Milburn, fundador y CEO del grupo paramilitar privado estadounidense Mozart, creado en marzo de 2022 con los objetivos declarados de brindar capacitación para soldados ucranianos y sacar a civiles de la línea del frente, afronta una demanda judicial en su contra presentada por un ex alto miembro del grupo.
En la reclamación, presentada el pasado 10 de enero ante
una corte en el estado de Wyoming (EE.UU.) por el exmarine estadounidense y ya
exdirector financiero del grupo Mozart, Andy Bain, se acusa a Milburn de fraude
financiero, conducta sexual inapropiada, intento de soborno, robo,
incumplimiento de la legislación estadounidense sobre transferencia de armas e
incluso amenazas a un general norteamericano retirado.
Ante estas alegaciones Bain, que asegura ser el mayor
accionista del grupo paramilitar privado, exige al tribunal que aparte a
Milburn de la jefatura del Mozart, al tiempo que solicita una indemnización por
daños de más de 50.000 dólares. Según el demandante, el acusado maneja la
compañía "de una manera que ha provocado que altos mandos militares
ucranianos comenten: "¿no puede irse a casa y dejar de salvar a nuestro
país?", al tiempo que lo llaman "el Americano Loco".
¿Qué acusaciones clave contiene la demanda?
Bain, que asegura haber registrado, nombrado y arreglado
la financiación para lanzar el grupo Mozart, sostiene que el líder de la
compañía facilitó "la desviación de fondos fuera" del grupo. En
particular, sugiere en la reclamación que Milburn insistía "en los pagos
de compensaciones personales que superen los 35.000 dólares al mes con cargo a
cuentas de la empresa", así como en "no rendir cuentas a la empresa
de los fondos donados recibidos que se hubieran recibido en cuentas personales
o de otro tipo controladas por él".
Además, el demandante carga contra Milburn por no obtener
las aprobaciones necesarias para cumplir con el Reglamento sobre el tráfico
internacional de armas (ITAR, por sus siglas en inglés), un paso necesario para
no violar la legislación estadounidense, por lo que la compañía aún se enfrenta
a "una responsabilidad potencial significativa".
Ayudante personal de una app de citas
Por otra parte, Milburn habría contratado como ayudante
personal a una mujer ucraniana que conoció a través de una aplicación de citas
y con la que tuvo una relación. La asistente recibía un salario anual de 90.000
dólares que superaba "al menos cuatro veces" la tarifa habitual para
un empleado en Ucrania en un puesto similar. Asimismo, Bain acusa a Milburn de hacer
"insinuaciones y proposiciones sexuales no deseadas a una jefa de
oficina".
Yeltsin calificó a Ucrania del "principal factor
desestabilizador" ya en 1992
Yeltsin calificó a Ucrania del "principal factor
desestabilizador" ya en 1992
Por otra parte, en el documento se acusa al jefe del
Mozart de "orquestar" el robo de un almacén arrendado por el Fondo
para la Libertad de Ucrania perteneciente a Bain. Otras alegaciones incluyen la
violación del toque de queda en la capital ucraniana, Kiev, lo que provocó la
detención temporal de Milburn por las autoridades locales en "varias
ocasiones", mientras que el líder del Mozart también habría enviado
"mensajes hostiles y cáusticos" a un general retirado del Comando de
las Operaciones Especiales en Europa después de que este se negara a unirse al
grupo.
"Último día" de Mozart
Un día después de ser presentada la demanda, Milburn
arremetió contra Bain, enfatizando que le destituyó el pasado diciembre por
"fraude financiero y acoso sexual", al tiempo que acusó a su contrincante
de tratar de vender el Mozart a los talibanes, recoge el portal The Intercept.
"Recientemente hemos descubierto que ha invertido fuertemente en Rusia.
Está intentando detener todas las operaciones de Mozart y cerrar la
organización", tuiteó Milburn en una publicación ya eliminada.
Este martes, 31 de enero, Milburn anunció que esta
jornada fue "el último día" del grupo que "ha llegado a su
fin". "El nombre y la entidad se habían convertido en objeto de
litigio y en una distracción de nuestra misión principal: entrenar a soldados
ucranianos y rescatar a civiles. Pero la misión y las personas continúan",
escribió.
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