Piden sacar al dictador Trujillo de cementerio de Madrid
MADRID.- La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) pidió al Gobierno español que inicie los trámites que permitan sacar los restos del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo del cementerio madrileño de El Pardo-Mingorrubio, donde reposan desde 1970 no muy lejos de los del dictador Francisco Franco.
La entidad española creada
en el año 2000 hizo pública esta petición este 25 de noviembre porque el Día
Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que hoy se
celebra, fue instituido en la fecha en que la dictadura de Trujillo asesinó a
las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal.
Considera la asociación que
el patrimonio público español no puede dedicarse a mantener un panteón dedicado
a un dictador como Trujillo y, por eso, pide al Gobierno español que inicie los
trámites para acabar con esta situación, que lleve a cabo una declaración
institucional que reconozca a las hermanas Mirabal, condene su asesinato y
rechace «pública y notoriamente a quienes ordenaron y ejecutaron esos
crímenes».
Como explicó el Gobierno en
una respuesta parlamentaria en 2022, los terrenos de este cementerio son de
titularidad pública, de Patrimonio Nacional, aunque mediante un contrato de
1959 cedió al Ayuntamiento de Madrid su uso y disfrute para su utilización
exclusiva como cementerio.
En este cementerio, próximo
a la capital, no solo está enterrado Franco desde octubre de 2019 tras ser
exhumados sus restos mortales del Valle de Cuelgamuros, y Trujillo, también lo
está otro conocido caudillo latinoamericano, el cubano Fulgencio Batista, que
fue destituido tras la revolución de Fidel Castro.
Leónidas Trujillo está
enterrado en un mausoleo de mármol negro con una única leyenda, «Familia
Trujillo», ya que allí están los restos de quien dirigió la República
Dominicana durante tres décadas (1930-1961) y de su hijo Ramfis.
Fue enterrado ahí en 1970,
nueve años después de su asesinato, en mayo de 1961 en Santo Domingo, y tras un
azaroso periplo.
Tras un intento infructuoso
de llevarlo a la isla de Guadalupe a bordo del yate ‘Angelita’, el cadáver del
dictador pasó por Santo Domingo, por Barahona y nuevamente por la capital antes
de ser transportado en un avión de Pan American Airways a París, donde fue
sepultado en el cementerio de Pére Lachaise, famoso por sus tumbas de artistas.
Pero al cabo de unos años
Ramfis falleció «tras un aparatoso accidente automovilístico» en Madrid, donde
se había instalado, y la viuda del dictador, María Martínez, decidió exhumar
los restos del dictador y trasladarlos a la capital española para que estuviera
junto a su hijo.
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