China tiende la mano a Europa para "resistir el proteccionismo" de Trump

Pekin-----"China considera a Europa como una parte muy importante en un mundo multipolar y le apoya a la hora de mantener su autonomía estratégica". Este fue el mensaje que el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, trasladó a principios de esta semana al ministro de Exteriores de Portugal, Paolo Rangel, quien se encontraba de visita por Pekín.
Wang lanzó el mismo guiño a
la UE cuando recibió el jueves a su homólogo francés, Jean-Noel Barrot, que
aterrizó en la capital de China prácticamente a la vez que el comisario de
Comercio de la Unión Europea, el eslovaco Maros Sefcovic.
Esta semana también apareció
por Pekín el presidente del Senado de Italia, Ignazio La Russa. "Después
de meses en los que nos han utilizado como un saco de boxeo político de Trump,
las capitales del sur de Europa estamos buscando alternativas", manifestó
el italiano.
Esas alternativas parece que
pasan por la segunda potencia mundial. El desfile europeo de esta semana por
China está sirviendo para calibrar la promesa del Gobierno de Xi Jinping, que
está inmerso en plena estrategia de seducción hacia los tradicionales aliados
de EEUU, de un mayor aperturismo de cara a las empresas europeas.
Esto es especialmente
relevante tras las muchas quejas de los países de la UE por la poca
reciprocidad y barreras que encuentran las compañías en el mercado chino.
"China está dispuesta a
trabajar con la Unión Europea para resistir el proteccionismo", dijo el
viceprimer ministro He Lifeng, el funcionario que lidera las negociaciones de
la nueva guerra comercial con Trump, durante su encuentro con el comisario
Sefcovic.
El zar económico del país
asiático tendió la mano al jefe comercial de la UE para unir fuerzas para hacer
frente a las amenazas de aranceles comerciales de Trump.
"Necesitamos
reequilibrar de forma tangible nuestras relaciones comerciales y de
inversión", señaló Sefcovic en una publicación en X.
Antes de viajar a China,
estuvo en Washington tratando de convencer a sus colegas estadounidenses de que
la guerra arancelaria no beneficia a nadie y extender las ofertas de Bruselas
de reducir los gravámenes a las importaciones estadounidenses y comprar más
productos.
Justo cuando el comisario
aterrizaba en Pekín, Trump volvía a sacudir los mercados al anunciar aranceles
de un 25% para los automóviles no fabricados en EEUU
Sefcovic ha estado
intentando mantener una línea dura hacia Pekín, que está utilizando todos sus
canales de propaganda para vender en Bruselas que ahora es el momento oportuno
para hacer piña porque comparten un adversario en común, como se ha demostrado
después de que Trump sacara a pasear sus aranceles y rompiera el paraguas
estadounidense que cubría la arquitectura de seguridad europea.
Este mensaje está calando en
muchos países europeos. "Necesitamos una relación entre Francia y China
más fuerte que nunca", manifestó el jueves durante su visita a Pekín el
ministro francés Jean-Noël Barrot.
"La UE debería
salvaguardar sus intereses y tomar la elección racional de acercarse más a
China, dada la incertidumbre generada por la nueva administración en Estados
Unidos. A medida que aumenta la incertidumbre sobre la política estadounidense,
China, como gran potencia mundial, adquiere cada vez mayor relevancia por su
estabilidad y fiabilidad", aseguraba un reciente editorial del tabloide
estatal chino Global Times.
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