Cancilleria de Malasia se ofrece para mediar en conflicto Tailandia y Camboya
Kuala Lumpur, 25 jul (Prensa Latina) El canciller de Malasia, Mohamad Hasan, expresó hoy la disposición de su país, en calidad de presidente de la Asean, para ayudar a encontrar una solución a la creciente disputa fronteriza entre Tailandia y Camboya.
Al decir del ministro de
Relaciones Exteriores, Malasia está siguiendo con profunda preocupación los
enfrentamientos entre las fuerzas militares tailandesas y camboyanas en la
frontera, que deja ya varias víctimas y preocupa a toda la región.
«Instamos a ambas partes a
ejercer la máxima moderación y tomar medidas inmediatas para reducir las
tensiones», expuso en un comunicado.
Mohamad subrayó que, como
actual líder de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), Malasia
está dispuesta a ofrecer asistencia para facilitar una manera amistosa de
abordar la cuestión que sea aceptable para ambas partes.
Además de por Malasia,
Tailandia y Camboya, la Asean está integrada por Indonesia, Singapur,
Filipinas, Vietnam, Laos, Brunei y Myanmar.
El ministro destacó la
importancia de resolver la disputa fronteriza a través del diálogo y la
diplomacia, en el espíritu de solidaridad y buena vecindad que caracteriza a la
Asean.
Ante la escalada de
tensiones la víspera, el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, se comunicó
con su homólogo camboyano, Hun Manet, y con el primer ministro interino de
Tailandia, Phumtham Wechayachai.
Según informó el mandatario,
hizo un llamamiento a ambos dirigentes para que se produzca un alto el fuego
inmediato a fin de evitar nuevas hostilidades y crear espacio para el diálogo
pacífico y la resolución diplomática.
Hasta el momento, no existen
señales positivas pues los enfrentamientos bélicos a lo largo de la frontera
entre los ejércitos continúan.
El Ministerio de Salud de
Tailandia contabiliza 15 muertos y 46 heridos desde que el conflicto ascendió
de nivel la víspera, cuando ambas naciones se acusaron mutuamente de iniciar
una embestida, pues afirmaban que el contrario agredió primero.
Pocas horas después, la
Fuerza Aérea tailandesa reconoció que sus aviones F-16 bombardearon dos
posiciones militares camboyanas y, desde entonces, se han reportado ataques en
al menos seis puntos distintos de las provincias fronterizas tailandesas de Surin,
Ubon Ratchathani y Buriram, entre otras.
Al producirse el primer
bombardeo, el Ministerio de Defensa de Camboya condenó enérgicamente la
ofensiva, calificó el hecho de «brutal agresión militar» y advirtió que Phnom
Penh se vería obligada a ejercer su derecho soberano y territorial frente a lo
que describió como una invasión tailandesa.
Camboya elevó la disputa a
la Corte Internacional de Justicia (CIJ), a inicios de junio, y justificó el
acto como un intento de brindar una solución pacífica basada en el derecho
internacional, en tanto Bangkok abogaba por llegar a un acuerdo de forma bilateral
pero sus caza F-16 ahora indican lo contrario.
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