Dominicanos en España destacan en el control de los narcopisos
Madrid, España-----Los últimos operativos policiales en Toledo y Barcelona muestran la evolución en el patrón criminal de pequeños grupos de dominicanos instalados en España.
Lo que comenzó hace más de una década con el control violento de narcopisos en la zona de Raval, en Barcelona, ha evolucionado hacia un modelo más discreto y profesionalizado: "el crimen como servicio", así lo reseña un artículo del periódico El Español.
En Toledo, una intervención del GEO (Grupos Especiales de Operaciones) terminó con un dominicano muerto y otros tres heridos luego de que el grupo, que viajaba armado desde Gijón para cobrar una deuda de drogas, disparara nueve veces contra vehículos camuflados de la Policía Nacional.El caso dejó ver que operaban
como una célula dedicada al cobro armado y a resolver disputas entre bandas,
moviéndose desde Asturias hacia otros puntos del país sin llamar la atención.
Otro hecho ocurrió en
Barcelona el pasado lunes, donde más de 200 agentes de los Mossos d´Esquadra y
la Guardia Urbana desmantelaron una red dirigida por un ciudadano dominicano
que controlaba numerosos narcopisos en Ciutat Vella.
La operación incluyó registros
en diez viviendas, la incautación de cocaína y un arma de fuego, así como la
devolución de varios inmuebles ocupados de forma violenta.
Una reseña del periódico La
Vanguardia dice que a los desesperados vecinos solo les faltó aplaudir la
acción de las autoridades. Una residente manifestó que constantemente ocurrían
peleas y que tenían miedo de pasar por la zona.
Otra información sobre el
hecho del diario Metropoli indica que eran varias las "calles
infestadas" por la mafia y que los delincuentes utilizaban cámaras de
seguridad en el exterior de los locales para vigilar si llegaban las
autoridades, misma modalidad que usan grupos criminales en barrios de Santo
Domingo para saber cuándo se aproximan la policía.
Según fuentes policiales,
muchos involucrados son individuos violentos que llegaron a España tras
deportados desde Estados Unidos por delitos graves.
Tanto el caso de Toledo como
de Barcelona responden a un mismo fenómeno: grupos pequeños, sin jerarquías
formales, con acceso a armas automáticas y dispuestos a usarlas.
El Español resalta que no
buscan exhibición pública ni control territorial amplio, sino encargos
puntuales. Un catálogo de servicios que abarca "vuelcos" —robos de
droga a otros narcos—, "amarres" —secuestros exprés—, cobros armados
y, cita que, si hace falta, "dar piso", es decir, matar por encargo a
personas señaladas por organizaciones rivales.
Los investigadores señalan que
el "laboratorio" de este modelo se dio en Barcelona a partir de 2010,
con la irrupción de bandas lideradas por dominicanos que se adueñaron de pisos
de venta de droga mediante ocupaciones violentas, peleas a machete y numerosos
ajustes de cuentas.


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