ALBA-TCP avanza en objetivos estratégicos, pese amenazas y agresiones
Esta reunión sesionó en modo
virtual con sus nueve países miembros, estuvo inspirada en el ejemplo de
dignidad revolucionaria e inquebrantable defensa de la soberanía del líder
histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y en el contexto del centenario
de su natalicio a celebrarse el próximo año.
También se realizó en la
víspera del Bicentenario del Congreso Anfictiónico de Panamá y bajo las
crecientes amenazas a la paz y la estabilidad de América Latina y el Caribe.
La declaración final de 13
puntos de la XXV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América-Tratado de comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) reafirmó el compromiso
inquebrantable para seguir profundizando la doctrina bolivariana, pensamiento y
acción.
Y la consideró “incompatible
con toda forma de hegemonía, dominación o tutela imperial”, pilar fundamental
que inspiró a Fidel y a Chávez a fundar la Alianza Bolivariana.
Condenó en los términos más
enérgicos el declarado propósito de la recién publicada Estrategia de Seguridad
Nacional de Estados Unidos, orientada a reafirmar la “obsoleta e históricamente
derrota Doctrina Monroe”.
Asimismo, censuró el acto de
piratería cometido por ese gobierno al asaltar y conquistar un buque petrolero
venezolano en el mar Caribe, hecho que consideró viola el derecho internacional
y ataca la soberanía de la República Bolivariana.
Felicitó al pueblo venezolano
por demostrar, una vez más, una profunda resiliencia frente a las adversidades
y defendió con coraje y conciencia su dignidad y derecho a su propio destino.
La declaración del ALBA-TCP
demandó la exclusión de Cuba de la “arbitraria y espuria lista de países que
supuestamente patrocinan el terrorismo”; y resaltó los logros del Gobierno de
Reconciliación Nacional de Nicaragua en la construcción de una economía
soberana, de un país que es libre cada vez más cristiano y socialista.
También demandó el cese
inmediato de toda amenaza militar contra cualquier país de Nuestra América y
reiteró la plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como
Zona de Paz, aprobada en enero de 2014 en La Habana, Cuba.
Reafirmó el compromiso con la
defensa de los derechos de las personas migrantes y exigió los cumplimientos de
los protocolos de repatriación segura, ordenada y respetuosa con dignidad
humana.
De igual manera, reconoció los
avances de los programas AgroAlba y AlbaAzul, orientados a incrementar los
niveles de soberanía alimentaria y productiva; celebró el inicio de las
operaciones del Barco del Alba, y aprobó el Plan de Acción del 2026, el cual
está orientado a los objetivos planteados en la Agenda Estratégica 2030.
Uno de los hechos de mayor
connotación, fue el anuncio de crear una Misión Internacional de Energía y
Electricidad, conformada por los Estados del ALBA-TCP y otros países, con “la
intención de apoyar a la hermana República de Cuba en la restitución total de
la energía eléctrica en el país”.
El presidente Nicolás Maduro
comentó que dio instrucciones para elevar “todo lo que estamos haciendo, dos,
tres veces más” y aseguró “vamos a salir mejor, más fuertes, más conscientes y
más victoriosos que nunca”.
Aseveró que el 2025 ha sido un
buen año para el ALBA-TCP, de coordinación estrecha, de trabajo conjunto, de
planificación y acción.
Maduro destacó que comenzó a
dinamizarse el comercio a través del Barco del Alba, “el primero que va y
viene”, y trasladó ya más de 20 mil toneladas de distintos componentes
comerciales y de apoyo solidario hasta este momento, entre ellas las ayudas
solidarias al pueblo cubano tras el paso del huracán Melissa en octubre.
Declaró que, a 21 años del
surgimiento de la Alianza Bolivariana, sigue siendo el gran proyecto de unión,
emancipación y de liberación multidimensional de nuestros pueblos en tiempo de
retos maravillosos.
Por su parte, el presidente
Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró que el bloque de integración latinoamericano y
caribeño continuará siendo un espacio esencial “de solidaridad, dignidad y
resistencia” frente a las campañas desestabilizadoras, las medidas de presión y
las más diversas formas de agresión.
Subrayó que “seguiremos
luchando por un objetivo común, que es la unidad, la paz y soberanía de los
pueblos”, y siempre fieles a las ideas de Bolívar, Martí, Fidel y Chávez.
Desde Nicaragua, el
copresidente Daniel Ortega calificó como un robo el reciente secuestro de un
buque petrolero y sus tripulantes por parte de Estados Unidos, que las
autoridades venezolanas consideraron como la “inauguración de una nueva era de
piratería naval criminal en el mar Caribe”.
Mientras, el ministro de
Asuntos Exteriores, Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Asuntos de la
Diáspora de San Vicente y las Granadinas, Dwight Fitzgerald, valoró que el
ALBA-TCP demostró al mundo que tiene mucho que ofrecer en el respeto al medioambiente,
la armonía racial y étnica, la cooperación económica y la tolerancia.

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