Para perder en el 2012
https://www.elvalleinformativo.com/2011/05/para-perder-en-el-2012.html
Para perder en el 2012
La encuesta Gallup-Hoy publicada esta semana ha mostrado que la percepción dominante en la sociedad sobre la labor del Gobierno es negativa. “La mayoría desaprueba gestión de Gobierno”, dice el título del matutino Hoy en primera página, resumiendo en una breve frase la posición crítica preponderante en este momento.
Este título describe un escenario que de no ser superado en el corto plazo, plantea una batalla difícil para Danilo Medina como candidato del PLD, aunque faltando un año para las elecciones, algunas cosas podrían cambiar.
Este disgusto explica por qué, según esa misma encuesta, de ser hoy las elecciones enfrentados Hipólito Mejía (por el PRD) y Medina, el candidato perredeísta tendría una ventaja de más de ocho puntos; aunque –a pesar de que no tiene competencia real- se alega en su favor que él aún no es candidato y es extemporáneo medirlo con Mejía, quién sí fue ungido como tal.
La situación de Medina es compleja porque además de la desventaja que representa la negativa percepción acerca del Gobierno, tiene que lidiar internamente con una fuerte corriente en su partido que le exige asumir en su discurso la defensa de la gestión de Leonel Fernández; un reclamo poco oportuno que no aporta mucho en la larga y dura batalla por la presidencia que apenas inicia.
Cuando a Medina lo quisieron freír en alquitrán por haber dejado su puesto en el Palacio Nacional para luchar por su aspiración a ser Presidente, planteé en este mismo espacio que esta decisión tenía un enfoque “positivo”, porque con ello se proyectaba la capacidad del PLD “para encauzar sus contradicciones internas”, y porque le hacía “mucho bien al peledeísmo, creando una corriente de oposición o crítica, y buscando la coexistencia entre un PLD-Gobierno y un PLD-crítico”.
Si el disgusto con el Gobierno está creciendo en la sociedad como revela Gallup-Hoy, repito lo que escribí en esa ocasión en que señalé lo siguiente: “Si Danilo encabeza un “PLD-crítico”, crearía espacio al disgusto y una nueva esperanza de reivindicación”, presentándose también como una opción de cambio.
La difícil estrategia de Medina desde el2008 ha sido tomar distancia sin cuestionar, usar el silencio y no asumir los errores, diferenciándose con una propuesta no contradictoria pero distinta. Si la actual percepción no cambia, está obligado a mantener su complicado discurso y ser cabeza virtual del PLD-crítico.
Quizás, proyectarse también como opción de cambio es el único chance para reelegir al PLD, como en 1982 en que el PRD creó su propia oposición, para retener el poder.
Este título describe un escenario que de no ser superado en el corto plazo, plantea una batalla difícil para Danilo Medina como candidato del PLD, aunque faltando un año para las elecciones, algunas cosas podrían cambiar.
Este disgusto explica por qué, según esa misma encuesta, de ser hoy las elecciones enfrentados Hipólito Mejía (por el PRD) y Medina, el candidato perredeísta tendría una ventaja de más de ocho puntos; aunque –a pesar de que no tiene competencia real- se alega en su favor que él aún no es candidato y es extemporáneo medirlo con Mejía, quién sí fue ungido como tal.
La situación de Medina es compleja porque además de la desventaja que representa la negativa percepción acerca del Gobierno, tiene que lidiar internamente con una fuerte corriente en su partido que le exige asumir en su discurso la defensa de la gestión de Leonel Fernández; un reclamo poco oportuno que no aporta mucho en la larga y dura batalla por la presidencia que apenas inicia.
Cuando a Medina lo quisieron freír en alquitrán por haber dejado su puesto en el Palacio Nacional para luchar por su aspiración a ser Presidente, planteé en este mismo espacio que esta decisión tenía un enfoque “positivo”, porque con ello se proyectaba la capacidad del PLD “para encauzar sus contradicciones internas”, y porque le hacía “mucho bien al peledeísmo, creando una corriente de oposición o crítica, y buscando la coexistencia entre un PLD-Gobierno y un PLD-crítico”.
Si el disgusto con el Gobierno está creciendo en la sociedad como revela Gallup-Hoy, repito lo que escribí en esa ocasión en que señalé lo siguiente: “Si Danilo encabeza un “PLD-crítico”, crearía espacio al disgusto y una nueva esperanza de reivindicación”, presentándose también como una opción de cambio.
La difícil estrategia de Medina desde el
Quizás, proyectarse también como opción de cambio es el único chance para reelegir al PLD, como en 1982 en que el PRD creó su propia oposición, para retener el poder.
Manuel Quiterio Cedeño es periodista

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