Falta canalizacion de afluentes perjudica produccion en Nizao

SAN JOSE DE OCOA.- En la comunidad Nizao, de Ocoa, si no llueve es malo y si llueve peor. La falta de canalización de los ríos y arroyos impide que el agua llegue a los cultivos, y a la vez provoca que los predios y las comunidades se inunden cuando hay torrenciales aguaceros. El agua aquí no encuentra el cauce correcto para correr y, por tanto, “rompe” por cualquier sitio.

Drenar los arroyos y cañadas y construir muros de gaviones para detener el avance de estos hacia los predios y las viviendas de las comunidades de Nizao no conlleva realizar grandes inversiones, aseguran los productores y representantes de distintas instancias de la provincia, pero sí tiene un gran valor, especialmente para el desarrollo de la agricultura, una actividad vital para la población.

En Nizao, cuando existen las condiciones, se cultiva guandul, cebolla, tomate, habichuela, berenjena, ajíes y yuca, entre otros. La tierra es buena para eso y para mucho más, asegura César Méndez presidente de la Junta de Regantes de la provincia San José de Ocoa. Este año, “las cosas” no han estado muy bien.

“Muchos productores no pudieron plantar sus cosechas a tiempo debido a la escasez de agua, a pesar de eso y de las quejas no conseguimos una reacción del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), organismo sobre el cual recae la responsabilidad del problema que tenemos”, explica Bienvenido Martínez, presidente de la Asociación Regantes Nizao. 

Bienvenido es una de las personas más afectadas con la situación y por eso ha presentado entre tres y cinco reportes de los años que existen en la comunidad, pero nadie le hace caso. Este agricultor tiene 33 tareas afectadas y en constante amenaza en el lugar conocido como “Las dos Cañadas”.

“No tengo explicación sobre lo que ocurre en Nizao, porque se trata de una comunidad que aporta a la economía agrícola de la provincia, pero no se hace caso a los reportes que yo mismo hago con frecuencia sobre las distintas problemáticas”, asegura. Para dar mayor certeza a su denuncia pone su palabra en juego.

“Tengo los informes de los daños provocados por las tormentas que han pasado; a la fecha ningún funcionario ha venido a verificar qué se puede hacer o a ver si es cierto o mentira lo que digo. Yo tengo pruebas de que existen esos daños y de que no hemos sido atendidos. Quizás a partir de ahora toman en cuenta a este pequeño campito que produce bastante”, plantea.