La eliminación de la coca ilegal, una bomba de tiempo para Evo Morales
https://www.elvalleinformativo.com/2013/11/la-eliminacion-de-la-coca-ilegal-una.html
LA PAZ, Bolivia…..La
eliminación de las 10.000 hectáreas de coca que exceden la cantidad de
plantaciones necesarias para consumo legal ha devenido en una bomba de tiempo
para el presidente boliviano, Evo Morales, y sus bases cocaleras, justo a un
año de las elecciones presidenciales del 2014.
La necesidad de reducir ese
volumen excedentario de cultivos quedó en evidencia tras la revelación hecha
hace unos días por el mismo Gobierno de que solo se necesitan 14.705 hectáreas
de coca para usos legales, casi la mitad de las 23.500 hectáreas registradas en
2012.
El resultado, inesperado
para los cultivadores de coca y otros sectores oficialistas, es producto de una
docena de inéditos estudios, ocho de ellos pagados por la Unión Europea (UE),
realizados desde 2008 sobre el consumo legal de la planta.
Tras la revelación, el
problema planteado consiste en decidir qué cultivos serán destruidos hasta
dejar el país con 14.705 hectáreas: los de Yungas de La Paz, donde 12.000
hectáreas tienen respaldo legal desde hace 25 años, o los del Chapare, la
región cocalera de la que emergió Morales y donde se calculan más de 7.000
hectáreas.
"¿Cómo divides la
producción y qué porcentaje le das a cada parte? Eso no es una bomba tiempo,
eso es que la mecha está a punto de llegar", alertó estos días el
expresidente Carlos Mesa (2003-2005).
Para el exmandatario, la
situación no es nada fácil pero Morales tiene que asumir su responsabilidad en
la solución porque "él generó una lucha, generó una ideología sobre la
coca, generó una lógica sobre la coca" y "a él le toca resolverlo".
Sobre el dilema, el
analista Jorge Lazarte considera, según dijo a Efe, que "el presidente
está en un callejón sin salida" porque el exceso de cultivos de coca fue
promovido por el mismo Morales desde antes de llegar al poder y luego
"dejó hacer" a sus bases con más cultivos, hasta darse cuenta
"en el último tiempo de que hay problemas con el narcotráfico".
"El Gobierno está
obligado a reducir, aunque no en la proporción que debiera, pero eso sin dudas
le creará conflictos con su gente. Él ha creado el problema y están buscando
una salida que es difícil de encontrar", sostuvo Lazarte.
Entre 2005, un año antes de
llegar Morales al poder, y 2010, los cultivos crecieron en 22 %, pero después
fueron eliminados en un 19 %.
A juicio de fuentes
diplomáticas, Morales se enfrentará en el 2014 a un dilema marcado por la
presión de 30.000 ó 50.000 cocaleros, que son un pilar de su Gobierno pero que
no representan un gran caudal electoral, y las presiones para avanzar en la
erradicación.
Con el estudio quedó claro
que si solo son necesarias 14.705 hectáreas de coca para cubrir la tradición
ancestral del masticado o "acullicu", proyectos industriales pequeños
y los usos en ceremonias andinas o sociales, el resto alimentaría al
narcotráfico.
La coca, que en Bolivia
tiene rango de patrimonio constitucional por el arraigo de su importancia
cultural, tiene alcaloides que mezclados con químicos se convierten en materia
prima de la cocaína.
Aunque Naciones Unidas ha
reconocido a Bolivia el derecho de defender el "acullicu" entre sus
sectores sociales, también ha remarcado que la hoja sigue en la lista de
estupefacientes de la Convención antidroga de 1961 y su exportación está
vetada.
El estudio también ha
revelado que el consumo de la coca para el uso tradicional necesita 20.690
toneladas, menos de la mitad de las 45.000 toneladas calculadas el año pasado.
Además señala que la
población calculada que consume coca es de poco más de tres millones de
personas (tres de cada diez bolivianos), de los que un millón la mastican y
otros 961.000 le dan un uso medicinal.
El potencial conflicto
parece haber activado un reloj de tiempo con el malestar expresado estos días
por dirigentes de Yungas y Chapare, poniendo en perspectiva una pelea que puede
ser fratricida por la presión del año electoral que viene.
Los dirigentes del Chapare
aventuraron que quieren la división a mitades de las 14.000 hectáreas entre las
dos zonas, pero en Yungas rechazan la propuesta al afirmar que sus cultivos sí
van al consumo legal e insinúan que la de los chapareños, no.
No obstante, la dirigente
del grupo campesino Bartolina Sisa, Juanita Ancieta, cercana a Morales, dijo
hoy a Efe que nunca han abandonado su demanda de tener 20.000 hectáreas de coca
reconocidas por la ley y harán campaña por la industrialización y exportación.
Por lo demás, diferenciar
qué cultivos de coca se consumen tradicional y legalmente y cuáles se destinan
al narcotráfico es difícil, según el ministro de Gobierno, Carlos Romero, que
ha presentado y defendido los estudios sobre la coca.
Romero ha ratificado la
voluntad gubernamental de destruir los cocales a un ritmo de 3.000 hectáreas
por año, con lo cual, las 14.000 hectáreas se alcanzarían en solo tres años, si
finalmente se define qué áreas serán destruidas hasta ese nivel.
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