Sembrando vida en la Cuenta Alta del Rio San Juan
https://www.elvalleinformativo.com/2015/07/sembrando-vida-en-la-cuenta-alta-del.html
SAN JUAN DE LA MAGUANA, 10 de julio de 2015….Mediante un diagnóstico participativo efectuado años atrás en las comunidades situadas en la cuenca alta del rio San Juan, comprendidas en el radio de acción de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe de Sabaneta, la Fundación de Desarrollo Azua, San Juan, Elías Piña -FUNDASEP- identificó que las actividades agrícolas no eran amigables al medio ambiente.
En La Ciénaga, La Higüera, Hondo Valle, Guardarraya, La Ceiba, Gajo del Bohío, Chicharrón, Boca de los Arroyos, El Ingeñito y La Lima, con una población en condiciones de pobreza, aislamiento y carentes de servicios básicos estimada en 1,500 personas, la principal actividad productiva y económica de la zona tradicionalmente ha sido y es la agricultura, destacando los cultivos de habichuela, gandul, maíz, auyama y café.
Empero, su quehacer agrícola con la perniciosa práctica de “tumba y quema” causaba deterioro progresivo de la capa vegetal del terreno, disminución acelerada de la cubierta boscosa, por consiguiente la desaparición gradual de fuentes de agua, declive en la productividad y, lo peor, la sedimentación de los embalses de las presas, que como la de Sabaneta, se agrava en los periodos de lluvia.
Este modelo de subsistencia tiende a empeorar sembrando en laderas, drama que se hacía más crítico frente a la escasa iniciativa asociativa, la debilidad de las pocas organizaciones comunitarias y el casi inexistente interés en revertir la problemática con proyectos de preservación y manejo sostenibles.
Desde entonces, las acciones emprendidas para dar una solución conjunta fueron agrupadas en un proyecto integral de desarrollo sustentable con fondos donados por la Conferencia del Episcopado Italiano, identificado como CEI 720/2007, con los componentes: Desarrollo y Fortalecimiento de las asociaciones comunitarias, Manejo Forestal sustentable, Agropecuaria, Producción y Acceso a Servicios Básicos de las comunidades.
Este proyecto comprendió un programa de formación de varias asociaciones campesinas, priorizando la obtención de títulos de propiedad de los predios, al igual que favoreció la optimización en la producción de habichuela y guandul mediante apoyo técnico, facilidades de crédito silvo-agropecuario, reforestación con fines de reforzar proyectos de acueductos, entre otros.
También se implementaron acciones, como construcción y reparación de vías de acceso, planes de manejo sostenible del bosque con programas de conservación de suelos, construcción de viveros, entre otros aspectos, para que los beneficiarios utilizaran mejores procesos de comercialización de sus productos.
Esta iniciativa, con todos los componentes y afanes que implica, ha sido ejecutada por brigadas de comunitarios, con la supervisión y acompañamiento del departamento de Recursos Naturales de la FUNDASEP.
La tarea se complementó cuando se impartieron talleres de capacitación sobre asociacionismo, liderazgo, ciudadanía, orden parlamentario, manejo de conflictos, deberes y derechos humanos, jornadas de capacitación en los temas de administración y mercadeo, manejo del bosque y cafetales, técnicas adecuadas de cultivos, jornadas de capacitación para las brigadas comunitarias de construcción y mantenimiento de los caminos, para la reparación de escuelas y programas de movilización para la higiene comunitaria con la construcción de letrinas.
Uno de los objetivos fundamentales del plan es que se convierta en autosustentable, que sus beneficiarios se consideren protagonistas -y no testigos-, capaces de autogestionar, asegurando su continuidad y perdurabilidad en el tiempo, de lo que acaban de dar muestras fehacientes.
Los comunitarios de la cuenca alta están tomando conciencia, de que todos sus propósitos de vida y desarrollo están sujetos a la recuperación del recurso bosque, si quieren cosechar futuro; pero igual certeza debieran tener los habitantes en el Valle de San Juan de que la suerte de la parte llana está tan estrechamente vinculada a la zona alta, que si, por ejemplo, se agotara el recurso agua, desaparecerían las condiciones para la vida y que el desarrollo del uno no es posible sin el del otro, o del otro sin el uno, constituyendo dos realidades, dos núcleos de biodiversidad, indisociables a partir de un gran ecosistema montañoso.
En este contexto, el pasado junio ha sido un mes dedicado a sembrar para la vida, con intensas jornadas de reforestación coordinadas por el departamento de Recursos Naturales de La FUNDASEP, apoyadas por el Ministerio de Medio Ambiente en las comunidades Hondo Valle, La Higüera, La Ciénaga, Los Gajitos y El Ingeñito, con la participación de tres brigadas de comunitarios de 8 asociaciones, plantando más de 11 mil arbustos de pinos y gravilea y más de 22 mil de frutales (café, mango y aguacate), para un total de 33 mil nuevas plantas sembradas
La superficie reforestada con café Catimor (resistente a la roya del cafeto), unas 20,000 plantas arroja una cantidad de 133 tareas, equivalente a unas 8.31 hectáreas; de pino y gravilea sembraron 11,000 plantas con una extensión de 55 tareas, equivalente a 3.44 hectáreas; de mango 1,300 plantas (unas 5 tareas plantadas), lo que es igual a 4.1 hectáreas; de aguacate se plantaron 1,100 arbustos, lo que establece un cálculo de 55 tareas igual a 3.43 hectáreas.
Un acuerdo con las autoridades forestales de la zona determina que se aprovechará la temporada de lluvias para favorecer con estos planes de arborización, en lo posible, todas las zonas vulnerables afectadas o en potencial riesgo de deforestación.
Todas estas iniciativas van encaminadas a recuperar la capa boscosa de nuestra cordillera, para que devuelva progresivamente el ciclo del agua de cuya importancia esta gran sequía nos pone en alerta, y a revertir la pérdida de fuentes acuíferas, a fin de contrarrestar los efectos del cambio climático, como la mejor garantía de desarrollo sustentable y del sostenimiento de la vida para la población humana del Valle de San Juan.
Esto únicamente será posible, si lo asumimos como una responsabilidad de cada uno y una tarea de todos y todas, sin excepción alguna.
Fuente: Diócesis de San Juan de la Maguana.
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