Una trampa del gobierno: ¡cuidado!
https://www.elvalleinformativo.com/2016/01/una-trampa-del-gobierno-cuidado.html
Por Melvin Mañón
Los números de una encuesta
publicada el 19 de enero que otorga a Danilo Medina una preferencia electoral
del 57% deben verse y analizarse como una acción destinada a devolverle la
iniciativa política perdida hace meses y a insuflarle ánimos y credibilidad a
un proyecto que, más que nunca antes, a cualquier precio, necesita a falta de
evidencias, convicción y fe.
Desde que empezó a
tramitarse, en la primavera de 2015, el camino de la reelección ha enfrentado
un fracaso tras otro, y todos y cada uno de ellos, derivados de un cambio
radical en la percepción de la seriedad, honestidad y credibilidad personal del
Sr. Medina.
La gente había creído su
discurso de que no buscaría la reelección; esa convicción, de que el suyo sería
un gobierno de cuatro años, mitigaba el descontento anterior y daba esperanzas
para el futuro.
La corrupción, la
inseguridad, la desigualdad, la inflación, el desempleo, los privilegios, los
abusos, el desorden y los desaciertos parecían y aparecían como hechura y culpa
de otros. El, Danilo Medina, era un hombre sencillo, trabajador, compasivo y bien
intencionado.
El labrado de esa imagen
funcionó muy bien pues, incluso en medio del descontento creciente surgido del
paquetazo fiscal del 2012, la gente común se inclinaba a quejarse de los otros,
no de Medina que seguía siendo percibido como distinto al anterior y mejor que
los demás.
Cuando el país se percató
de que el Sr. Medina había masacrado y pervertido adversarios dentro de su
propio partido, que con el dinero nuestro había sobornado al congreso en pleno
y con su cara de “yo no fui” le había mentido a todos, su credibilidad se
derrumbó, su honestidad fue desenmascarada y su seriedad resulto indefendible.
INCONDUCTAS
A partir de entonces, la
población ha mirado con ojos distintos al Sr. Medina y la indulgencia anterior
se disipó. El pueblo empezó a verlo sin espejuelos oscuros. El pueblo cambió de
actitud para con Danilo Medina, pero él ha seguido haciendo y diciendo lo mismo
sin percatarse de la discrepancia y de sus implicaciones.
Los últimos meses el país
ha vivido de un escándalo al otro. El más reciente fue un acuerdo secreto e
ilegal para una planta de carbón en Baní, días antes se descubrió una carretera
sin dueño construida con dinero nuestro, estalló el caso de los jueces
corruptos, se tirotean los aspirantes a posiciones electivas dentro del PLD y
los procesos convencionales se anarquizan mientras las contradicciones internas
estallan revelando ante todo el país la podredumbre almacenada.
Todos estos escándalos son
tan viejos como aquel anuncio de la construcción de la carretera Cibao-Sur al
principio de la gestión de Medina como nuevas son las revelaciones de la
corrupción al interior de la OISOE, el tráfico de influencias, las garantías de
inmunidad para acusados de corrupción, las exculpaciones judiciales a
criminales y narcos, el dispendio y la contratación de préstamos que han
endeudado la nación dominicana como no lo estuvo nunca antes.
Las inconductas del
gobierno, sus barbaridades, sus abusos, sus absurdos y la escala a que se
perpetran no son nuevos, lo único que es nuevo aquí es que ahora la gente ha
podido ver al propio Medina como el centro de gravedad de todos estos males y
hay que decir, que si bien muchos en el país lo rechazan no son pocos los que
no tienen escrúpulos en vivir y validar ese sistema. Por algo hemos pasado de
ser ciudadanos a vivir y comportarnos como consumidores.
Entonces, con tanta gente
empobrecida, la vida humana devaluada, las viejas enfermedades acabando y las
nuevas irrumpiendo, en medio de una sensación generalizada de descontento y de
desconcierto ante el futuro cercano, faltando apenas días para ver su
proclamación oficializada dentro de un PLD dividido y una alianza con el PRD
que no ha podido ser digerida ¿qué hace
el gobierno?
Publica una encuesta para
hacerle creer a la gente que van a ganar seguro y de calle porque ellos saben
que sin sembrar una percepción de victoria segura están acabados y, como no tenían ningún otro
recurso, acudieron a una “encuesta” que además de crear esa percepción debe
darle a la prensa pagada una bandera e inducir a la oposición a “analizar y
debatir” dicha encuesta, con lo cual, sin querer la validan, al margen del
contexto político en que se publica. Es una trampa de uso múltiple.
Medios de prensa y
observadores durante los últimos meses habían señalado y advertido la ausencia de
las acostumbradas encuestas siempre favorables al PLD. En privado se sabía y se
decía que esa ausencia se debía a que los números del gobierno eran
políticamente impublicables. Por lo tanto, en vísperas del lanzamiento de la
campaña y a fin de darle ánimo a unos y confundir a otros el gobierno publica
una encuesta, la primera de muchas. La
dirigencia de la oposición incurriría en un error de cierta importancia si
propone o acepta una guerra de encuestas y si aborda el análisis de estas fuera
del contexto político y la visión estratégica que las inspiró.
Un amigo mio observaba con
mucho tino que para entender la intencionalidad y efectividad de esa y otras
encuestas del PLD tenemos que ir a los campeonatos de pelota invernal. Cuando
las Águilas pierden, los aguiluchos no van al estadio. Lo mismo acontece cuando
el Licey no gana o cuando el Escogido vivió una racha perdedora. Los fanaticos
de esos equipos, sencillamente dejan de ir al play. Así mismo acude una parte
muy importante de la sociedad dominicana a los procesos electorales: si su
partido no va a ganar no van al play. El PLD está muy consciente de esa
cualidad en la conducta dominicana.
LA SITUACION REAL
¿Cuál es empero la
situación real dominicana?
Nuestro país es ahora un
barco en alta mar, con mal tiempo, el timón averiado y al garete. El capitán y
la tripulación aunque no han sabido ni podido ni querido arreglarlo se aferran
con todo al cargo y los privilegios. Los pasajeros, impacientes, cansados de la
espera, descontentos y desconcertados ya no confían en ellos ni en el capitán
pero tampoco se han decidido clara y categoricamente por ninguno de los varios
aspirantes al puesto de capitán entre otras cosas porque no han percibido que
esa intención esté acompañada de determinación, sabiduría, coraje y decisión de
jugársela, el todo por el todo.
Hasta ahora, aunque han
dicho que ellos pueden comandar el barco, reparar el timón y evitar el
naufragio llevando todo el mundo a puerto todavía les falta demostrar que
pueden exitosamente enfrentarse en medio de la tormenta, al capitán y la
tripulación actual que no tienen intención de renunciar, ceder ni ser
desplazados. Sin esa demostración los aspirantes son débiles aunque el Sr.
Medina esté en el suelo. ¿Qué falta?
Pasos prácticos y pronto
para abrir espacios, aunque sean limitados a postulaciones municipales y al
Congreso, a la unidad del voto opositor, romper el monopolio del poder en todos
o en algunos de esos espacios hoy copados por la tarambana gobernante.
Los que se nieguen a esta
salida, por favor, que me muestren cuál es el camino.
EL AUTOR es sociólogo.
Reside en Santo Domingo.

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