Anacaona
https://www.elvalleinformativo.com/2016/04/anacaona.html
Por Rubén Moreta
El cacicazgo del Maguana,
lugar donde los conquistadores españoles levantan la Villa de San Juan de la
Maguana, aporta la primera mujer gobernante de nuestra isla, la Cacica
Anacaona, cuyo posterior martirologio es la génesis del abuso, violencia y
humillación en contra de la mujer en el continente americano.
Anacaona, -cuyo nombre en
lengua taina significa flor de oro- heredó el gobierno de dos cacicazgos:
Maguana, en el centro de la isla, tras la muerte de su esposo Caonabo en 1496, y Jaragua,
Xaragua o Xaraguá de su hermano Bohechío, en el sur-occidente isleño, en el
1502.
Anacaona, con su talento e
ingenio, demostró muy tempranamente que las mujeres sí pueden gobernar, porque
tienen la inteligencia, carácter y aptitud para hacerlo.
La historia de Anacaona es
la historia del sufrimiento humano, de la opresión, de la rebeldía, de la
resistencia. Su enfrentamiento desigual
con los conquistadores españoles la catapulta a un sitial heroico.
En el 1503 Anacaona urdió
una rebelión en contra del gobierno invasor e intentó después establecer una
negociación amigable, por lo que aceptó recibir al gobernador Nicolás de Ovando
a su tierra del Jaragua. Tras el festín,
se abalanzaron más de trescientos soldados en contra de los indígenas reunidos,
dando muerte casi a todos. Ese sangriento
acontecimiento es denominado la Matanza de Jaragua. Anacaona escapó, pero tres meses después fue
hecha prisionera y ahorcada en una plaza pública.
La revista Pabadal resume
la valoración en torno a la cacica “flor
de oro” que han hecho historiadores y cronistas:
“Bartolomé de Las Casas se
refiere a ella como “nobilísima persona, gran señora, benemérita de los
cristianos”. Herrera la califica como
“insigne, mujer prudente y
entendida”. Pedro Mártir de Anglería y
Juan Bautista Muñoz coinciden con denominarla “famosa heroína”. Charlevoix
menciona que Anacaona es “una mujer de ingenio superior a su sexo y a su
nación“, el barón Emile Nau dice de ella “graciosa reina e ilustre poetisa”,
don Antonio del Monte y Tejada la llena de elogios y don José Gabriel García
afirma que su “hermosura incomparable corría
parejas con sus talentos y sus virtudes“.
Gianbattista Ramusio; “a su belleza se unía el ingenio y la afabilidad“, el padre Meriño la
presenta como “la india más hermosa y de más esclarecido talento“. Javier
Angulo Gurídi dice “era bella, generosa y espiritual” y el conde Roselly de
Lourgues, “la más notable
individualidad; de imparable fama, y
musa visible que personificada la suave poesía y el vivo esplendor de
las Antillas“.
En aras de tergiversar su
papel en la resistencia aborigen frente a la colonización, ha recibido todo
tipo de acusaciones y
descalificaciones. La más ruin y soez,
es el de libidinosa.
El autor es Profesor UASD.
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