Aprendizaje partidocrático

https://www.elvalleinformativo.com/2016/12/aprendizaje-partidocratico.html
Por ANULFO MATEO PÉREZ
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Para la sociedad
dominicana, a la merced de la propaganda, la manipulación mediática, el
chantaje, el soborno, la corrupción, el clientelismo, la demagogia, la cultura
partidocrática, un “político exitoso” es todo aquel que llega a un puesto
público para enriquecerse mediante el saqueo de los recursos del Estado.
Para muchos, un “político
fracasado”, o el descrito por el polímata venezolano Arturo Uslar Pietri, es el
pundonoroso, que no alcanza un puesto público, y si lo hace no se corrompe ni
contamina a los demás.
Es el mismo que no cambia
de chaqueta o no pierde el rumbo, apegado al ejercicio coherente y decoroso de
la política, contrario a la veleta, que gira sobre un eje vertical según la
dirección del viento.
El envilecimiento ha sido
una de las armas más usadas de los que han llegado al poder, para doblegar a
los carentes de ideales nobles, resentidos, egocéntricos, ambiciosos,
desidiosos, mediocres y corruptos.
Muchos son autodidactas en
el proceso del aprendizaje de la adulonería y la perversidad, que “pertenecen a
la farándula” de los presidentes “para medrar a cambio de lisonjas”, como
afirmara Américo Lugo.
Creer en la promesa del
presidente Danilo Medina, de que no buscará nueva vez la reelección porque juró
ante Dios respetar la Constitución, es pecar de ingenuo o creer que todos los
dominicanos lo somos.
La frase de que el
presidente tendrían que "comerse un tiburón podrido" para sucederse a
sí mismo en el poder no es de la autoría del actual mandatario, sino del
fenecido intelectual Ramón A. Font Bernal.
Un consejo de un folklórico
personaje, que integró la “farándula literaria y política de Balaguer”, a un
novel Leonel Fernández, superado en la captación del meta-mensaje por el
ministro Danilo Medina.
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