Restauración, sustentación del Pensamiento Liberal
https://www.elvalleinformativo.com/2017/08/restauracion-sustentacion-del.html
Por Roberto Rosado Fernández,
educador.
La Restauración es, tal
vez, el acontecimiento más importante del siglo XIX. Es la sustentación por un
grupo de patriotas dominicanos del principio de libertad, de independencia y de
soberanía trabajado por Juan Pablo Duarte desde su ideario, su escuela política
y la Trinitaria. Es la respuesta de la sociedad dominicana a la vil acción de
Pedro Santana de entregar la nación, con apenas 17 años de haber nacido, al
imperio Español el 18 de marzo de 1861.
Es la respuesta de la
sociedad urbana y rural al interés denodado del conservadurismo de entregar los
logros obtenidos el 27 de febrero de 1844 a cualquier nación poderosa ya sea
Francia, Inglaterra, España o Estados Unidos, quien ya andaba en esos aprestos.
El proceso restaurador es
la respuesta organizada del pueblo dominicano representado por la pequeña burguesía
liberal, de rechazar por las armas la decisión de Santana de entregarnos a
España por beneficios personales y de grupo y la presencia del ocupante que nos
veía con desprecio y, mucho menos aplicó ningún plan para desarrollar el
territorio que volvía a ser su colonia, luego de entregarla a Francia mediante
el tratado de Basilea en 1795,recuperada por los conservadores encabezados por
Juan Sánchez Ramírez, abandonada durante la denominada España Boba, lo que, a
su vez, provocó la acción de Núñez de Cáceres ,quien quiso sin éxito adherirla
a la Gran Colombia de Simón Bolívar. Esta iniciativa nos dio la condición de
“dominicano “pudiéndola defender durante 22 años de ocupación haitiana, vejada
y maltratada por los Españoles dirigidos por Buseta y La Gándara en el período
1861-65.
La restauración es pues, un
episodio a recordar con mucho respeto y vehemencia. Las proclamas de Sánchez
declarando a Santana, ”traidor”, “plagiario de los tiranos”, “déspota” y de
haber provocado “la muerte de la patria”, unida a la actitud decidida de otros
patriotas en Moca, San Francisco de Macorís, Neiba y otros, más el asesinato de
Sánchez y sus compañeros hechos prisioneros en El Cercado, juzgados y asesinados
en San Juan de la Maguana , es una muestra fehaciente de lo profundo que había
calado en la juventud pequeño burguesa la idea de que “ la patria debía ser
libre e independiente de toda potencia extranjera o que se hunda la isla”,
aquella frase que Duarte utilizó en la
formación de los cuadros miembros del
grupo secreto llamado “La Trinitaria”, instrumento político que organizó al
pueblo e impulsó, utilizando estrategias diversas y tácticas oportunas, el
ideal de república que ahora, en el proceso restaurador se asume con tanta
decisión y lealtad.
Con machetes, piedras,
cuchillos, trampas, fuego desde el uso de guerrilla urbano y rural, bajo la
dirección de un puñado de hombres como Polanco, Luperón, De Jesús García,
evangelista, Salcedo, Pimentel, Mella, Monción entre otros se impidió el avance
del ocupante español y sus adláteres dominicanos hacia la permanencia
definitiva en nuestro territorio y su consecuente dominio colonialista.
Es esta lucha
antiimperialista, nacionalista, de liberación nacional, democrática,
progresista, libertaria e integradora de lo urbano y lo rural la que debemos
resaltar en el presente histórico.
La Escuela dominicana debe
ir a los documentos que analizan esta gesta nacionalista, discutirlas en las
aulas para que, su comprensión permita hacerse dueño de la idea de defender la
concepción de república libre, soberana e independiente de toda nación
extranjera por poderosa que esta sea.
El profesor, sobre todo de
Ciencias Sociales, debe apropiarse de estos ideales, hurgar en textos de
enfoques críticos para provocar el debate diario que genere inquietud en los
discentes, buscar respuestas de las razones de nuestra condición de república, por
qué debemos defender por siempre nuestra condición de independiente.
Hacer este ensayo ayudaría
a cumplir con lo que establece el currículo vigente” la formación de un hombre crítico”
capaz de producir los cambios que la sociedad espera.
De hacerse esto, estoy más
que seguro que aquellos hombres y mujeres que ofrendaron su vida por la defensa
intransigente de la patria estarán en pleno descanso en su morada a sabiendas
de que su sacrificio encontró eco en las generaciones subsiguientes.
Ese compromiso les
corresponde a la escuela y esa obligación a los profesores del Área de Ciencias Sociales.
De esta manera se hará patria y los hechos le harán honor a
la palabra.

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