Anatomía de una intimidad confusa: cuando una vagina normal se convierte en un complejo

https://www.elvalleinformativo.com/2018/12/anatomia-de-una-intimidad-confusa.html
MADRID------Labioplastia,
clitoroplastia, vontouring... Si estos términos te suenan lejanos, no pasa
nasa; probablemente es que no te has planteado someterte a cirugía estética
para embellecer los labios externos de la vagina, reducir el tamaño del
clítoris o embellecer los genitales externos.
Pero deberías tomar nota
de otra intervención, el rejuvenecimiento vaginal. El procedimiento está en
pleno auge, según apunta la vocal de Comunicación de la Sociedad Española de
Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) Ainhoa Placer.
"La tendencia a la
depilación integral, que hace que se vea todo más, y que se ha perdido el tabú
a preguntar", podría puede explicar el aumento en la frecuencia de la
intervención, dice Placer.
Y el hecho de que cada vez
más mujeres piensen que la necesitan sugiere que aumenta entre ellas la
percepción de que su vulva no es normal, cuando la única realidad contrastada
es que no hay dos vaginas iguales.
La hipertrofia de labios
menores, que es cuando esta parte de los genitales destaca por fuera de los
mayores, es el motivo que lleva a más españolas a pasar por consulta, asegura
la especialista.
Pero no hay un motivo
clínico que justifique corregir esta característica, que es completamente
normal, por no hablar de que es normal que los órganos íntimos envejezcan. Y
tener un buen motivo se antoja necesario a la hora de abordar un cambio como
este.
Que las jóvenes lo tengan
no es lo que sugiere un pequeño estudio piloto llevado a cabo este año entre
jóvenes pacientes del hospital Royal Children's de Melbourne, en Australia.
El deseo de tener la
vagina como las que se muestran el cine porno era la motivación principal de
las pacientes que analizaron los investigadores.
Según el trabajo, la
visión estereotipada de los genitales femeninos que muestra la pornografía y la
falta de referencias que las chicas tienen para comparar sus vaginas hace que
algunas de ellas se sientan incómodas con el aspecto de sus vulvas.
No debería ser así, pero
las 41 participantes en la investigación, que fueron atendidas entre 2000 y
2012, sufrían la ansiedad de verse diferentes por culpa de una vulva que no
reconocían en otras chicas, un estado mental que los académicos percibieron
hasta en una chica de 11 años.
Cuando
lo deseable se confunde con lo normal
La cirugía genital no
tiene por qué ser un capricho, puede ser necesaria como corrección de un
desarrollo inadecuado de la anatomía femenina.
Pero estos casos no son
tan abundantes: el 1,8% de todas las operaciones de cirugía estética fueron
genitales en el curso 2017-2018, solo un 0,4% más que en 2014, pero los
rejuvenecimientos vaginales no aparecen en esta estadística por no ser
cirugías. Las cifras tampoco recogen la preocupación de las mujeres por el
aspecto de su vulva, que no es poco.
Según apunta Emilia
Villegas Muñoz, ginecóloga del Hospital Vithas Parque San Antonio de Málaga,
"en torno al 10 o el 15 % de las pacientes que acuden al ginecólogo para
una revisión rutinaria demuestran algún tipo de preocupación sobre sus
genitales externos".
No se trata de chicas
jóvenes, la mayoría de las veces suelen tener que ver más con los grandes
cambios que pueden protagonizar tras los embarazos y los partos. Pero los
científicos de la Universidad de Melbourne identificaron un perfil tan distinto
como desasosegante.
Sus datos mostraron que la
edad promedio de las pacientes preocupadas por el aspecto de sus vaginas era de
14 años, y que en casi una cuarta parte de los casos era la madre la que estaba
preocupada.
Curiosamente, todas las
vulvas eran perfectamente normales. Según el estudio, el problema es que
"su visión de lo que es normal y sexualmente deseable está siendo
distorsionada por una cultura moderna, que promueve una vulva minimalista y
poco realista como ideal de belleza genital".
La imagen irreal de la
vagina, la que se está promoviendo en las películas para adultos, es una
"donde los labios menores que no se extienden más allá del margen de los
labios mayores se califican como buenos, mientras que los labios que sobresalen
se perciben como malos", continúa el texto.
Y no hay una base clínica que sostenga la
armonía de estas medidas. De hecho, alrededor de la mitad de las vulvas del
mundo tienen los labios menores más grandes que los mayores, y eso no es un
problema.
Lo que sí es problemático
es que las mujeres puedan confundir lo deseable con lo normal, que en lo que a
genitales femeninos se refiere adopta numerosas morfologías, tan distintas como
válidas.
Según el trabajo
australiano, el cine X "representa imágenes modificadas digitalmente que
retratan los genitales de las mujeres sin la protuberancia de los labios
menores", lo que supone un sesgo en la realidad femenina.
Cuerpos
reales, vulvas reales
Las vulvas se diferencian
entre sí por muchos y muy distintos motivos, explica la sexóloga Sonia Encinas.
"El tamaño del clítoris y de los labios, la forma que tienen, la textura,
el color, el vello...", enumera.
"Y los propios genitales cambian
constantemente porque hace frío o calor, según la fase del ciclo menstrual, la
ropa que llevemos, si estamos excitadas o acabamos de tener un orgasmo, en
función de la alimentación, de la edad", añade.
Para ella, el fondo de la
cuestión es que "nos han enseñado que nada en nuestro cuerpo es suficiente
ni está bien", continúa.
A eso hay que sumar el
"tabú de la sexualidad femenina, la invisibilidad de nuestros genitales y
la culpa, la vergüenza que nos impide mirarnos ahí abajo", opina. Es
decir, que la falta de conocimiento también es un motivo de rechazo.
Desde esta óptica, la
solución no pasa tanto por abordar cada caso individual, y la necesidad o no
que tenga cada mujer de elegir libremente pasar por quirófano, como por hacer
"una labor de divulgación" para que al menos se conozcan las vulvas
reales que no salen en el porno.
"Cada vez más mujeres
hacen ilustraciones de vulvas, fotografías mostrando cuerpos diversos…"
como parte de “una educación sexual que empodere a las mujeres para que
recuperen su autoestima sexual”.
Lo que las mujeres
necesitan saber es que no hay dos vaginas iguales, que la anatomía íntima es
tremendamente diversa. Luego podrán decidir y elegir libremente cómo quieren o
no quieren visualizar sus genitales.
Publicar un comentarioDefault CommentsFacebook Comments