Turba Haití impide mercado Elías Piña

COMENDADOR, Elías Piña. Por segunda ocasión no se realizó el tradicional mercado binacional porque turbas de haitianos con armas, piedras y otros objetos, impidieron que sus compatriotas comerciantes cruzaran hacia este municipio.

Desde las primeras horas de la madrugada de este lunes, cientos de haitianos se colocaron en el lugar conocido como Cachimán, en territorio haitiano, amenazando con agredir a todo compatriota suyo que intentase penetrar al mercado local a intercambiar mercancías con dominicanos.

De ese intercambio comercial que se realiza aquí desde hace más de dos décadas, dependen miles de haitianos y dominicanos, a tal punto que ese mercado se ha convertido en la principal actividad económica de esta provincia.

En cambio, los altos mandos militares dominicanos instruyeron a sus subalternos que prestan servicios en la zona, a abrir los portones en Carrizal para que los comerciantes haitianos que lo deseen entren a este municipio a participar en el intercambio con dominicanos.

Los comerciantes haitianos que llegaban a Cachimán, donde están las turbas, eran conminados a devolverse a sus respectivos lugares de residencia bajo amenazas de agresión de parte de sus propios compatriotas, según se pudo observar.

Los efectivos del Ejército de la República Dominicana (ERD) y del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT), desplegados en Carrizal, Cachimán y otros lugares limítrofes con Haiti, mantienen un control y vigilancia estricta para evitar que se produzca otro incidente como el del viernes de la semana pasada.

Ese día grupos de civiles haitianos, algunos encapuchados con armas de fuego y bombas caseras, se tirotearon con militares dominicanos, acción que dejó al menos un haitiano muerto y varios heridos.

De continuar las hostilidades de parte de grupos de civiles haitianos, el mercado binacional que se realiza en este municipio corre el riesgo de desaparecer, lo que perjudicaría a miles de personas no solo dominicanas, también del vecino país.

Por Manuel Espinosa Rosario