Plácido Polanco, bate y guante fueron sus voceros

DETROIT------El dominicano Plácido Polanco atravesó las Grandes Ligas de Béisbol durante 16 años por San Luis, Filadelfia, Detroit y Miami, hablando poco y haciendo mucho. En total ausencia de fanfarria y publicidad, simplemente, él dejó que sus herramientas fueran sus representantes.
Así que los batazos con
una estaca de madera de arce y los engarces con un guante de piel de vaca
fueron voceros y portavoces de uno de los peloteros criollos más subestimados
que han pisado un diamante del Big Show.
Un bateador de por vida de
.297, Plácido es uno de apenas dos jugadores –el otro es Darrin Erstad- que han
conquistado el Premio Guante de Oro en dos posiciones diferentes.
Polanco, Inmortal del
Deporte Dominicano en la Clase 2019, ganó los honores defensivos en 2007 y 2009
como intermedista y luego como antesalista en 2011. Él también hizo méritos
para que le otorgaran el Bate de Plata en 2007.
Pocas veces, para no decir
nunca, se menciona el hecho de que en toda la historia del béisbol de liga
mayor, Plácido es el líder en promedio de fildeo tanto para intermedistas como
para defensores de la esquina caliente.
El nativo de Santo Domingo
es el número uno entre los segunda bases con una marca de .992 y también figura
en el tope de los tercera bases con un balance de .983. Como intermedista,
Plácido manejó 4,961 chances y cometió 36 errores en 14 temporadas, mientras
que como antesalista hizo 32 pifias en 1,928 oportunidades.
Un record del que Polanco
debe sentir mucho orgullo es uno que ratifica su fama como defensor de manos
suaves y seguras: el de más juegos consecutivos y más oportunidades de fildeo
al hilo sin cometer errores como segunda base.
En la historia de las
Grandes Ligas, Plácido es el dueño de la marca de más juegos en sucesión para
un segunda base sin cometer errores con 186, así como de total de chances
defensivos al hilo sin pifias con 911.
La cadena comenzó un 1ro
de julio de 2006 y concluyó el 8 de abril de 2008, lo que significa que el
criollo pasó toda la temporada completa de 2007 sin cometer errores.
Su compatriota Luis
Castillo mantenía la marca anterior para intermedistas cuando hilvanó una
cadena de 143 juegos entre el 30 de mayo de 2006 y el 5 de junio de 2007,
jugando para los Mellizos de Minnesota.
Su capacidad ofensiva
alcanzó su punto culminante en 2007, cuando tuvo el mejor promedio de bateo de
sus 16 campañas (.341) y la única en que pegó exactamente 200 hits.
Ese año, Polanco demostró
a plenitud su capacidad de poner en contacto el madero con la bola al poncharse
solamente 30 veces en 641 apariciones para una media de uno cada 21.36 visitas
al plato.
Por esa singular capacidad
de producción consistente, tanto en el plato como en el campo, así como sus
sobradas condiciones como callado líder, Polanco fue el epítome del jugador de
equipo que disfrutaron tener bajo su mando todos los que fueron sus dirigentes
en poco más de tres lustros de lustre.
Un
apunte
Maestro
Ver a Polanco batear y
recoger bolas como un maestro fue algo, sencillamente, plácido. El infielder
terminó su carrera con promedio de 1 ponche cada 13.1 turnos al bate y acumuló
2, 142 hits con 1,009 carreras anotadas.
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