Premoniciones
El 20 de septiembre del 2017 escribí en un AM lo siguiente: “Si la facción que lidera el expresidente Leonel Fernández fuera derrotada y decidiera formar tienda aparte, o creara una línea de conspiración electoral dentro del partido, las posibilidades de ganar las elecciones del 2020 de Danilo o de su candidato disminuirían exponencialmente.
La división se manifestaría también en una más
difícil gobernanza en el Congreso y en otras instancias de poder donde
Fernández tiene influencia. Un partido en ese estado de estrés no tendría
muchas oportunidades ante una oposición sedienta de poder”.
“Si bien es cierto que la
facción de Danilo Medina puede imponerse con facilidad en el Comité Político,
no lo es menos que el partido tendría que pasar por un proceso de
reconstrucción institucional largo y penoso”.
A la luz de los primeros
boletines de la Junta Central Electoral y de las diferentes “boca de urnas” de
las firmas encuestadoras, la derrota del Partido de la Liberación Dominicana es
indudable en el campo presidencial y tendrá mucho trabajo en retener alguna
ventaja en el Poder Legislativo. Y ya perdió en los municipios.
En esas condiciones, el
PLD saldrá de las urnas del 2020 en una posición de debilidad extrema que
podría implicar, incluso, un golpe de mano contra el actual Comité Político y
su liderazgo, amén de que el nuevo Gobierno del Partido Revolucionario Moderno,
pudiera aplicar el “tratamiento judicial” a muchos de los personeros del
partido, con el beneplácito de un sector amplio de la población que desea un
régimen de consecuencias contra la corrupción.
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