Miguel Vargas, el PRD Y la renovación

- Por FERNANDO PEÑA
- Fecha: 03/11/2020
Miguel Vargas debe dar un
paso adelante en el PRD, tiene los recursos, la influencia y la trayectoria en
su vida pública y privada para asumir la renovación del partido blanco y
dejarlo en buen puerto.
No es solo el PRD,
diríamos que todos los partidos por más institucionalizados que los veamos en
un momento determinado pierden su capacidad de adaptación, de renovación y
disminuyen sus posibilidades de éxitos políticos y electorales.
Nos viene a la memoria lo
acontecido décadas atrás (1994) sobre la Acción Democrática en Venezuela, y de
Bruhn (1997) en relación con el Partido de la Revolución Democrática, en
México.
Aquí en el patio lo más
reciente es del PRD y ahora del PLD con la debacle creada por el expresidente
Leonel Fernández que fue la causa principal de la derrota electoral de ese
partido.
Transformación y
renovación no es venir con la actitud de «agarra todo” o con «escoba»,
barriéndolo todo.
Así ni se transforma ni se
logra el apoyo de nuevos votantes para ganar, muchos de los cuales no
pertenecen a su electorado tradicional.
Es entendible la
discrepancia, la fraccionalización y la competencia en el seno de los partidos,
esa es una buena partidura positiva en la determinación de adaptación
partidaria y cambio.
Sabemos que estas
elecciones 2020 no sólo marcaron un hito muy significativo en el sistema
político dominicano, al poner fin al predominio del PLD y los partidos
tradicionales que le acompañaron en veinte años de gobierno, sino que inaugura
una nueva etapa dominada por el partido PRM que crearon los dinosaurios que
salieron del PRD.
Nada se puede analizar ni
mucho menos hacer sino vemos ese cambio político, que ha sido el resultado de
un proceso largo que toma marca, que llega, al parecer, con la transformación
del sistema de partidos, y de cambio en el comportamiento electoral.
En ese contexto el PRD
debe formular e implementar una estrategia política que sea la adecuada para
aprovechar las oportunidades y superar los desafíos que le plantea la cambiante
circunstancia de estos años.
Se equivocan si a lo interno del PRD grupos y dirigentes llevan la lucha personal, o contra su líder actual y presidente de esa organización, Miguel Vargas. Eso sería darle la estocada mortal a esa emblemática organización de más de 80 años gravitando en la vida política nacional.
La estrategia debe ser de
consenso, unidad y fortalecimiento institucional, con un cronograma de trabajo,
visitas, actos y empoderamiento que debe ser tomado y asumido por Miguel Vargas
y demás dirigentes de la cúpula.
A la vez que concreta
alianzas con dirigentes y organizaciones afines al pensamiento peñagomista,
girar a sus orígenes de la centroizquierda, la socialdemocracia donde su
presidente es presidente, Miguel Vargas, es presidente para América Latina.
La estrategia adoptada por
el PRD en los últimos anos después de la muerte de su líder José Francisco Peña
Gómez, no se alineaba a ese mandato, sino que giró a la moderación de sus ideas
y de su praxis política.
Si el PRD asume el cambio
interno, la renovación, su unidad y fortalecimiento dentro de un contexto de
moderación y oposición firme, asumiendo una oposición autentica, podrá
fortalecerse, granjearse la adhesión de un sector significativo del electorado,
que lógicamente se ira decantando del gobierno y el PRM.
Así lograra ganar terreno
en el electorado y capitalizar el descontento con el partido gobernante PRM y
sus antiguos militantes y dirigentes.
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