Abinader y verja fronteriza

 

Hugo Ysalguez
dr.hugoysalguez@hotmail.com]

Desde hace varios lustros, venimos abogando por la construcción de un muro en la frontera dominico-haitiano, a los fines de contener el gran flujo de inmigrantes que trae consigo innumerables cantidades de armas de fuego y muchas drogas procesadas por un numeroso grupo de colombianos que tiene una base en Haití, con el apoyo de bandas crimínales y algunos funcionarios del Estado colapsado.

Después de una larga y sistemática campaña, respaldada por amplios sectores de la sociedad, el presidente Luis Abinader, anuncia la construcción de doble verja perimetral en los puntos más neurálgicos de la línea divisoria, medida que no abarca los 391 kilómetros de frontera, dejando intersticios que son usados actualmente para penetrar a suelo dominicano.

El proyecto concebido por el primer mandatario, contempla instalación de sensores de movimientos, cámaras de reconocimiento facial, radares y sistema de rayos infrarrojos que permiten la detección de ilegales en la obscuridad, asegurando así la seguridad territorial que “a daños buscando de nuestra Independencia. La iniciativa del jefe de Estado es loable y merece el aplauso de los grupos de nacionalistas que ven con simpatía le ejecución de la obra que tardaría dos años en terminarla.

Y muchos piensan que el diseño del levantamiento de la verja perimetral, debe ser reformulado, dado que un muro alto de concreto reviste mayor seguridad y es menos vulnerable, lo que posibilita mayor duración y poca erosión en sus estructuras para evitar los tormentos y dolores de cabeza que nos causa Haití que carece de controles para impedir no sólo la inmigración ilegal, sino el robo de carros y ganado que cada día va en aumento, dejando a sus propietarios sin la mínima probabilidad de recuperación, porque los autores de hechos punitivos, cuentan con la protección de pandillas bien armadas que son las que dirigen a los que habitan en la parte occidental de la isla.

Los recursos deben de invertirse en un muro, pero si la propuesta es desestimada hay que impulsar la construcción de la doble verja perimetral, y luego deportar a más dos millones de haitianos indocumentados.