República Dominicana ha construido 23 kms de verja en frontera con Haití

JIMANI.- La República Dominicana ha construido ya 23 kilómetros de verja en la frontera con Haití, en unas obras iniciadas antes de que el presidente Luis Abinader anunciara sus planes de levantar una valla a lo largo de toda la línea divisoria para frenar la inmigración y el contrabando.
Los tramos construidos se
sitúan en los pasos fronterizos de Jimaní y Elías Piña, el segundo y tercero en
importancia entre ambos países.
Las obras todavía están en
marcha, según dijo el general Santo Domingo Guerrero Clase, director de Planes
y Operaciones del Estado Mayor.
La construcción ha sido
realizada por el Ejército con discreción, sin grandes anuncios por parte de las
autoridades dominicanas, que pretenden controlar la inmigración irregular,
además de cohibir el contrabando, el tráfico de armas y de drogas, así como el
robo de vehículos y de ganado.
LA
VERJA CONSTRUIDA
El tramo más extenso de la
verja arranca en las orillas del lago Azuei y serpentea por las áridas colinas
que bordean la ciudad dominicana de Jimaní, la más próxima al paso fronterizo
situado en la carretera que comunica Santo Domingo con Puerto Príncipe.
La verja, de unos cuatro
metros de altura, se asienta sobre una pared de ladrillos de cemento y está
rematada por una espiral de alambre con cuchillas, ya con marcas de óxido en
algunos tramos por la humedad del lago.
Vigilada a todas horas por
los soldados del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre
(Cesfront), la verja corta en dos los senderos pedregosos que eran utilizados
por los contrabandistas y traficantes para acceder a terreno dominicano desde
el lago, según explican los militares que custodian la valla.
El otro tramo ya terminado,
construido entre 2019 y 2020, se alza en las lomas cercanas a Elías Piña, el
paso oficial entre República Dominicana y Haití, situado en el centro de la
isla caribeña.
LA
NUEVA VERJA TECNOLÓGICA
El pasado febrero, el
presidente Abinader anunció de forma solemne, durante su discurso ante el
Congreso Nacional, la construcción de una verja a lo largo de toda la frontera,
acompañada de sistemas tecnológicos, como cámaras de reconocimiento facial, sensores
de movimiento e infrarrojos.
El objetivo, según
Abinader, es acabar en un plazo de dos años con la inmigración irregular, el
narcotráfico, el contrabando y el robo de vehículos y de ganado.
El general José Manuel
Durán, comandante del Cesfront, explicó a Efe que la valla no cubrirá los 380
kilómetros de la frontera, ya que no será necesaria en las zonas montañosas, y
solo se instalará en «lugares neurálgicos», que actualmente son considerados
como «vulnerables».
«Todas las amenazas que
enfrentamos a diario, con esa obra se van a controlar significativamente,
porque no hay forma de pasar una vaca que se sustrajo del lado dominicano por
una altura de 15 pies, ni tampoco un vehículo», dijo el general Durán en
Dajabón, el principal paso entre República Dominicana y Haití, ubicado en el
norte de la isla, y donde todavía no hay verja.
Actualmente, las empresas
interesadas en el proyecto de la nueva valla están elaborando sus
levantamientos para presentar las propuestas para la construcción, que debería
de empezar antes del final del año.
Según fuentes militares,
la nueva verja probablemente comenzará a construirse por Pedernales, el paso
fronterizo más meridional y el menos transitado de los cuatro oficiales.
LAS
CRÍTICAS A LA VERJA
Antes de anunciar la construcción,
el Gobierno dominicano informó de sus planes al de Haití, aunque la
construcción transcurre enteramente por territorio dominicano, a unos cuatro
metros de los hitos fronterizos.
La obra ha causado
controversia y ha sido criticada tanto por comerciantes y empresarios
dominicanos y haitianos, así como por organizaciones defensoras de derechos
humanos.
La activista haitiana
Jesula Blanc, coordinadora de la Mesa de Diálogo Transfronterizo, valora que la
verja es un «desfavor para las personas vulnerables», en especial para los
miles de migrantes que cruzan cada mes hacia República Dominicana a buscar
trabajo.
«Lo que podemos constatar
es que quieren poner más conflicto, poner los pueblos más de espaldas», dijo
Blanc a Efe en su oficina en la ciudad haitiana de Ouanaminthe, desde donde
trabaja mediando en conflictos que surgen entre ambos países en la frontera de
Dajabón.
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