Neurocientífica dominicana explica cómo el Alzheimer afecta a los pacientes
Santo Domingo------Hoy, 21 de septiembre, se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que se desarrolla lentamente y empeora con el tiempo, hasta que sus manifestaciones son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas.
Ernestina Castro, psicóloga clínica con un doctorado en neurociencia, explica que esta enfermedad se observa cuando se produce un cúmulo excesivo de proteínas tau y beta amiloide que destruyen áreas vitales del cerebro como el hipocampo, lóbulo frontal y sustancia blanca y gris.
Los principales síntomas que se observan son falta de memoria, de concentración y atención, desorientación, pérdida en el espacio y tiempo, falta de memoria. También problemas de conducta y agresividad. A nivel físico, disminución del movimiento.“Es una enfermedad que no tiene cura, por eso se llama
neurodegenerativa, que a medida que pasa el tiempo, el paciente va a ir
perdiendo capacidades. Normalmente, el paciente termina encamado hasta que
fallece”, indica la docente en el campus de Santiago de la Pontificia
Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm).
En esta universidad, Ernestina labora junto a la doctora
María del Mar Pacheco en el primer laboratorio biomolecular instalado en el
país, el doctor Salomón Jorge, donde juntas realizan una investigación para
localizar un nuevo biomarcador que permita una detección más temprana de la
enfermedad.
Este biomarcador, que se obtiene vía lumbar, encontrado
en el líquido encefalorraquídeo para determinar el nivel de proteínas tau y
beta amiloide del paciente.
Castro detalló que los fármacos actuales no previenen la
enfermedad, pero sí una disminución del tiempo de progresión de la misma,
algunos de los cuales siguen bajo estudios por la Administración de Alimentos y
Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
En esta investigación, que cuenta con el auspicio del
Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondocyt)
del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), trabaja
con tejidos humanos post mortem y con animales laboratóricos, donados por el
biobanco de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu) y el de la
Universidad Nacional Autónoma de México (Unam).
Castro especificó que estudiar el Alzheimer en una
persona viva es muy difícil por los cortes que se necesitan hacer en los
tejidos cerebrales y es por eso que se opta por usar ratas de laboratorio, que
tienen reacciones muy parecidas a los humanos.
“Es difícil hacer un corte de cerebro a una persona en
vida, lo más que puedo es verlo en la tomografía”, acotó la especialista, quien
también ejerce su práctica en el Centro de Bienestar Emocional Dr. Zoilo
García.
El siguiente paso con el que sueña la investigadora es la
construcción de un animalario para criar los ratones y profundizar los estudios
y las terapias de estimulación cognigtiva.
Apoyo de los familiares al paciente diagnosticado
Castro resalta la importancia de que los familiares de
los pacientes diagnosticados se involucren y entiendan que habrá días en los
que el paciente acabará de comer y dirá que no le han dado comida, por citar un
ejemplo.
“Estamos hablando de un paciente que se va a poner
violento. Un paciente que se le va a olvidar quién tú eres. Un paciente que, si
dejan la puerta abierta, se puede salir y perderse o darse una mal caída”,
afirmó.
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