Rosario Espinal analiza posibles alianzas políticas para el 2024
Por ROSARIO ESPINAL
El escenario para el 2024 es distinto. Ya en el poder, el
PRM busca gestar una amplia alianza partidaria en torno a la candidatura
presidencial de Abinader. O sea, el PRM no tiene ahora mucho interés de pactar
candidaturas municipales y legislativas con partidos que lleven otro candidato
presidencial.
Por su parte, los partidos que en el 2020 fueron aliados
del PRM, pero llevarán candidatos presidenciales propios en el 2024, como la
FP, están limitados para repetir alianzas municipales o legislativas con el PRM
porque necesitan posicionarse como partidos de oposición.
El PRM, al ser ahora Gobierno, ha atraído a sus filas
funcionarios electos de la oposición, sobre todo del PLD. Son los llamados
tránsfugas que escriben cartas de renuncia rimbombantes, pero su motivación es
oportunista: piensan que podrán reelegirse más fácilmente en la boleta del PRM.
Este transfuguismo ayuda al PRM a proyectar mayor poder,
pero también le crea problemas internos porque sus dirigentes aspiran a
ostentar candidaturas que los advenedizos desean. Este dilema está aún por
resolverse en el PRM.
En la oposición, las alianzas que pacten el PLD y la FP
concitarán la mayor atención por la rivalidad existente desde la división en
octubre de 2019.
Para la FP todas las alianzas son beneficiosas porque
servirán de soporte a la candidatura presidencial de Leonel Fernández. No así
para el PLD que tendrá que sortear muy bien cómo hacer alianzas con la FP en
candidaturas municipales y legislativas sin afectar negativamente la
candidatura presidencial de Abel Martínez. Este dilema está aún por resolverse
en el PLD.
En las alianzas a nivel presidencial hay dos asuntos
pendientes muy importantes: 1) si el PLD y la FP mantendrán sus candidaturas
presidenciales o se unirán, y 2) si los pequeños partidos de ultraderecha que
junto a la FP llevaron a Leonel Fernández de candidato presidencial en el 2020
se mantendrán leales a Leonel o pasarán a formar parte de la alianza con el
PRM. Lo que ocurra en ambas instancias impactará las elecciones de 2024 a todos
los niveles.
Desde hace un tiempo, la estrategia electoral del
Gobierno ha tenido como uno de sus ejes atraer los pequeños partidos
conservadores (PRSC, FNP, PQDC) que apoyaban a Leonel Fernández y lo llevaron
de candidato presidencial en el 2020. De lograrlo, se ampliaría el bloque de
partidos que llevará a Abinader de candidato, pero eso impactaría negativamente
en la propuesta de cambio democrático que el PRM asumió como estandarte en el
2020.
Sucedería entonces en el 2024 algo parecido a la alianza
PLD-Balaguer de 1996 en que una fuerza política que prometía cambios
progresistas terminó en las garras de los más conservadores, no de manera
coyuntural, sino articulada.
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