Que es la Esquizofrenia
Datos y cifras
La esquizofrenia es un
trastorno mental grave que a escala mundial afecta a aproximadamente 24
millones de personas, es decir, a 1 de cada 300 personas.
Es habitual que las personas
que padecen esquizofrenia sean víctimas de estigma, discriminación y violación
de sus derechos humanos.
A escala mundial, más de dos
de cada tres personas que padecen psicosis no reciben atención de salud mental
especializada
Se dispone de una variedad
de opciones de atención eficaces para tratar a las personas que padecen
esquizofrenia, y al menos una de cada tres de ellas podrá recuperarse por
completo.
Síntomas
La esquizofrenia se
caracteriza por una importante deficiencia en la forma en que se percibe la
realidad y por cambios de comportamiento como los siguientes:
persistencia de ideas
delirantes: la persona tiene la creencia errónea de que algo es verdad, a pesar
de las pruebas en contrario;
persistencia de
alucinaciones: la persona oye, huele, ve, toca o siente cosas que no están
presentes;
vivencia de influencias,
control o pasividad: la vivencia de que los sentimientos, impulsos, acciones o
pensamientos propios no son generados por uno mismo, sino que son otros quienes
los colocan en la mente de uno, o los apartan de ella, o de que los
pensamientos de uno están siendo transmitidos a otros;
razonamiento desorganizado,
que a menudo se manifiesta en forma de discurso confuso o que no viene al caso;
comportamiento muy
desorganizado como, por ejemplo, que la persona haga cosas que parecen extrañas
o sin propósito, o que tenga una reactividad emocional impredecible o
inapropiada que interfiere con su capacidad para organizar su comportamiento;
«síntomas negativos» tales
como una importante limitación del habla, vivencia y expresión restringidas de
las emociones, incapacidad para experimentar interés o placer, y retraimiento
social; y/o
agitación extrema o
ralentización de los movimientos, o adopción de posturas extrañas.
Las personas que padecen
esquizofrenia a menudo también ven entorpecidas de forma persistente sus
capacidades cognitivas o de pensamiento, como la memoria, la atención y la
resolución de problemas.
Al menos un tercio de las
personas que padecen esquizofrenia experimentan una remisión completa de los
síntomas (1). Algunas personas que padecen esquizofrenia experimentan
recurrentemente un empeoramiento y una remisión de los síntomas a lo largo de
la vida, otras, un empeoramiento gradual de los síntomas con el paso del
tiempo.
Magnitud e impacto
A escala mundial, la
esquizofrenia afecta a aproximadamente 24 millones de personas, es decir, a 1
de cada 300 personas (0,32%). En los adultos, la tasa es de 1 de cada 222
personas (0,45%) (2). No es tan común como muchos otros trastornos mentales. Lo
más frecuente es que aparezca al final de la adolescencia o entre los 20 y los
30 años de edad, y en los hombres suele manifestarse antes que entre las
mujeres.
La esquizofrenia se asocia
frecuentemente con una fuerte ansiedad y un importante deterioro de las esferas
personales, familiares, sociales, educativas, ocupacionales y otras importantes
esferas de la vida.
Las personas que padecen
esquizofrenia tienen una probabilidad de 2 a 3 veces mayor de morir
prematuramente que la población general (3), a menudo por causa de enfermedades
físicas tales como enfermedades cardiovasculares, metabólicas o infecciosas.
Las personas que padecen
esquizofrenia a menudo ven violados sus derechos humanos, tanto dentro de las
instituciones de salud mental como en entornos comunitarios.
El estigma contra las
personas con esta afección es intenso y generalizado, es causa de exclusión
social y afecta a sus relaciones con los demás, en particular sus familiares y
amigos. Ello contribuye a la discriminación, que a su vez puede limitar el
acceso a la atención médica general, la educación, la vivienda y el empleo.
Durante las emergencias humanitarias
y de salud pública pueden producirse tensiones y temores extremos, pueden
quebrantarse los apoyos sociales, se puede producir aislamiento y se pueden
interrumpir los servicios de atención de la salud y el suministro de
medicamentos.
Estos cambios pueden afectar
a la vida de las personas que padecen esquizofrenia, y exacerbar los síntomas
ya presentes. Durante las emergencias, las personas que padecen esquizofrenia
son más vulnerables que las demás a diversas violaciones de los derechos humanos,
como la desatención, el abandono, la falta de vivienda, el abuso y la
exclusión.
Causas de la esquizofrenia
En las investigaciones no se
ha distinguido una causa única de la esquizofrenia. Se considera que la
esquizofrenia puede estar provocada por la interacción entre la dotación
genética y una serie de factores ambientales. Los factores psicosociales
también pueden afectar al desencadenamiento y el curso de la esquizofrenia. El
consumo excesivo de cannabis se asocia con un riesgo elevado de padecer el trastorno.
Servicios
Actualmente, a escala
mundial, la inmensa mayoría de las personas que padecen esquizofrenia no
reciben atención de salud mental. A un 50% aproximadamente de las personas
ingresadas en los hospitales psiquiátricos se les ha disgnosticado
esquizofrenia (4).
Solo el 31,3% de las
personas que padecen psicosis reciben atención de salud mental especializada
(5). La mayoría de los recursos destinados a los servicios de salud mental se
gastan de manera ineficiente en la atención proporcionada en los hospitales
psiquiátricos.
Hay pruebas evidentes de que
los hospitales psiquiátricos no son eficaces a la hora de proporcionar la
atención que necesitan las personas que padecen afecciones de salud mental, y
de que en ellos se violan de forma recurrente los derechos humanos básicos de
las personas que padecen esquizofrenia.
Hay que ampliar y acelerar
los esfuerzos por transferir la atención desde las instituciones de salud
mental hacia la comunidad. Esos esfuerzos comienzan con el desarrollo de una gama
de servicios de salud mental de calidad basados en la comunidad.
Las opciones en materia de
atención de salud mental basada en la comunidad incluyen la integración en la
atención primaria de salud y la atención hospitalaria general, los centros
comunitarios de salud mental, los centros de día, las viviendas con servicios
de apoyo y los servicios periféricos para el apoyo en el hogar. Es importante
que en la prestación de apoyo participe la persona que padece esquizofrenia,
los miembros de la familia y la comunidad en general.
Manejo y apoyo
Existe una variedad de
opciones de atención eficaces para las personas que padecen esquizofrenia, en
concreto medicamentos, psicoeducación, intervenciones familiares, terapia
cognitivo-conductual y rehabilitación psicosocial (por ejemplo, capacitación en
aptitudes para la vida).
Los centros de atención
médica prolongada, las viviendas con servicios de apoyo y el empleo asistido
son opciones de atención esenciales de las que deben disponer las personas que
padecen esquizofrenia.
Un enfoque orientado a la
recuperación, que ofrezca a las personas la posibilidad de intervenir en las
decisiones de tratamiento, es esencial para las personas que padecen
esquizofrenia y para sus familias y cuidadores.
Respuesta de la OMS
El Programa de Acción de la
OMS para Superar la Brecha en Salud Mental (mhGAP) utiliza orientaciones
técnicas basadas en datos probatorios, herramientas y módulos de formación para
ampliar el servicio en los países, especialmente en los entornos con escasos recursos.
Se centra en un conjunto
priorizado de afecciones, incluida la psicosis, orientando el desarrollo de
capacidades hacia proveedores de atención de salud no especializados en el
marco de un enfoque integrado que promueve la salud mental en todos los niveles
de atención. Actualmente, el mhGAP se está aplicando en más de 100 Estados
Miembros de la OMS.
El Proyecto QualityRights de
la OMS consiste en mejorar la calidad de la atención y la situación en materia
de derechos humanos en los establecimientos de salud mental y asistencia social
y empoderar a las organizaciones para que defiendan la salud de las personas
con afecciones de salud mental y discapacidades psicosociales.
Las orientaciones de la OMS
en materia de servicios comunitarios de salud mental y los planteamientos
centrados en la persona y basados en los derechos proporciona información y
apoyo a todas las partes interesadas que deseen desarrollar o transformar sus
sistemas y servicios de salud mental para armonizarlos con las normas internacionales
de derechos humanos, en particular la Convención de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad.
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