El agotamiento emocional provoca depresión y bajo rendimiento laboral

El agotamiento emocional incluye síntomas emocionales, físicos y de rendimiento y es provocado por el estrés diario y los desafíos personales, por lo que identificarlo sus y aplicar estrategias prácticas es clave para recuperar el equilibrio y el bienestar.
Entre los síntomas
emocionales figuran la ansiedad, apatía, depresión, sentirse sin esperanza,
sentirse impotente o atrapado, irritabilidad, falta de enfoque u olvido, falta
de motivación, pensamiento negativo, nerviosismo y lloro, mientras entre los
físicos está la fatiga, dolor de cabeza, falta de apetito, náuseas o dolor de
estómago, sueño de mala calidad y dolor muscular o tensión muscular.
Así lo explica Jolene
Hanson, asistente social, psiquiatra y psicóloga del Sistema de Salud de Mayo
Clinic en Mankato, Minnesota, en un artículo médico, donde cita como síntomas
de rendimiento la dificultad para completar tareas diarias debido a responsabilidades,
incumplimiento de los plazos, aumento de las ausencias, aislamiento o fuga,
menor compromiso en el ambiente de trabajo y ejecución de las tareas de trabajo
de manera más lenta.
La especialista sugiere como
estrategia para reducir el agotamiento emocional el tener una dieta saludable y
equilibrada, eliminar o minimizar el factor de estrés cuando sea posible, hacer
ejercicio físico regular, identificar y desafiar los pensamientos inútiles y
reemplazarlos con pensamientos equilibrados, haciendo algo que disfrute todos
los días.
Señala que en un mundo lleno
de responsabilidades laborales, el cuidado de seres queridos y los desafíos
personales, es común sentirse física y mentalmente agotado y esa sensación de
desgaste puede dificultar la motivación y la concentración en las tareas
cotidianas.
A esto se suma, señala la
profesional de la psiquiatría, la carga emocional que provocan los
acontecimientos locales y globales que conocemos a través de las noticias, como
el malestar social y los desafíos económicos.
Destaca que factores como el
estrés financiero, la presión de ser cuidador, el cuidado de los niños, el
duelo por la pérdida de un ser querido o una enfermedad crónica pueden
intensificar ese agotamiento.
Publicar un comentarioDefault CommentsFacebook Comments