Donald Trump revocará estatus legal de medio millón de inmigrantes de Cuba, Haití, Venezuela y Nicaragua

Washington----La ofensiva antimigrante de Donald Trump no tiene fin. El Gobierno de Estados Unidos cancelará el martes el estatus legal en el país y las visas de trabajo de miles de inmigrantes llegados de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití durante la Administración de Joe Biden.
La medida dejará sin
protección contra la deportación a unas 530.000 personas, los beneficiarios y
sus familiares inmediatos, quienes deberán autoexpulsarse del país en las
próximas semanas. Trump ya había puesto en pausa este programa, conocido como
parole humanitario. Ahora lo desaparece.
El Departamento de Seguridad
Nacional (DHS por las siglas en inglés) señala que el programa humanitario
finalizará a finales de abril, 30 días después de que la normativa sea
publicada en el Federal Register, el diario oficial. Esto ocurrirá, al parecer,
el martes 25 de marzo.
“Aquellos que no tengan un
fundamento legal para quedarse en Estados Unidos tras la eliminación de este
programa tendrán que abandonar el país antes de la fecha en que termina su
permiso”, señala el documento, que hasta este viernes continúa siendo extraoficial.
La maniobra acorta los
permisos de dos años que miles de personas comenzaron a recibir en 2022. Estos
permitían a los migrantes cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses
trabajar y mantener una estancia legal en Estados Unidos que los blindaba contra
la deportación.
La mayoría podía tramitar
una extensión del permiso cuando vencía. La llegada de Trump al poder evaporó
la posibilidad.
El Gobierno federal había
emitido un memorando que comunicaba la suspensión de las renovaciones y la
cancelación de nuevos permisos, como hizo también el trumpismo con el Estatus
de Protección Temporal, eliminado por una de las órdenes ejecutivas del mandatario.
La orden deja en un limbo a
miles de personas. El propio documento asegura que unas 532.000 personas
“inadmisibles” fueron beneficiadas por el programa hasta el pasado 22 de enero.
“La justificación (del Gobierno de Biden) de estos permisos discrecionales era
que iban a fortalecer la seguridad de la frontera (...) porque el proceso
mitigaría futuros incrementos de la inmigración ilegal”, señala el documento.
“Estos incentivos no se
tradujeron en una mejora suficiente y constante de la seguridad fronteriza”,
explica la dependencia a cargo de Kristi Noem, quien se ha sumado a las
operaciones de cacería de inmigrantes.
La propia dependencia, sin
embargo, admite que la medida adoptada por la Administración previa sí redujo
la migración desde Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua. Los nacionales de estos
países detenidos en la frontera pasaron de 600.000 en 2022 a 183.000 en 2024.
Ahora señala que el permiso
condicional ya no es necesario, pues se registran menos de 6.000 detenciones
mensuales de ciudadanos de estas naciones en la frontera desde junio del año
pasado.
En enero de este año, ya con
el programa pausado, fueron detenidos 3.400 migrantes de los países citados.
“Las necesidades de este tipo de programas en la frontera son muy distintas
ahora”, indica el texto.
Biden había iniciado el
programa en octubre de 2022 para ofrecer una vía legal a los miles de
venezolanos que estaban llegando a Estados Unidos en los meses de la crisis
migratoria.
El programa no garantizaba
la residencia permanente, la famosa tarjeta verde, ni hacía más fácil el
tortuoso camino a la ciudadanía. Atrajo a pesar de esto a más de 117.000
personas llegadas de Venezuela. En enero de 2023, la medida se amplió para
beneficiar a otros grupos que estaban llegando en cifras récord. Hoy hay
210.000 haitianos, 110.000 cubanos y 93.000 nicaragüenses.
Hacia el final del Gobierno
demócrata, no obstante, la situación era muy diferente. En plena campaña rumbo
a las elecciones de 2024 y con el tema de la seguridad fronteriza como una de
las prioridades para los votantes, Biden metió freno a la medida.
En octubre, justo un mes
antes de la cita electoral, el entonces presidente anunció la cancelación de la
prórroga para los venezolanos desde finales de 2024 y para enero de 2025 al
resto de nacionalidades. Aun así, el permiso de estos migrantes se mantenía
vigente mientras no expirase el plazo. Eso se ha terminado.
La duda es si Trump ahora
hará lo mismo con los ucranios, otro gran grupo que llegó a Estados Unidos a
partir del conflicto armado con Rusia. Seguridad Nacional estima que unas
240.000 personas del país europeo llegaron a suelo estadounidense.
El presidente republicano,
quien prometió en campaña llevar a cabo la mayor operación de repatriaciones de
la historia del país, auguró una decisión “muy pronto” a inicios de marzo. La
agencia Reuters afirma que los ucranios quedarán sin protección contra la
deportación antes de abril
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