EE.UU. y la UE pasan a una guerra comercial de alcohol

WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, intensificó este jueves su guerra comercial contra la Unión Europea (UE), amenazando con imponer un arancel del 200 % sobre el vino, el champán y otras bebidas alcohólicas provenientes de países europeos en respuesta a los aranceles introducidos al whisky estadounidense.
Esto no solamente aumentó la
ansiedad entre empresas y consumidores de ambos lados del Atlántico, sino que
también provocó reacciones contundentes de altos cargos de los países de la UE.
Así, el ministro delegado de Comercio Exterior y Franceses en el Extranjero,
Laurent Saint-Martin, aseguró que París «sigue comprometida» a reaccionar a los
planes de Trump, junto con la Comisión Europea y sus socios.
En la misma línea, la alta
representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja
Kallas, expresó que no están interesados en participar en una guerra comercial
y están listos para reaccionar a medidas de represalia que podrían ser tomadas
por Washington.
«NO HAY GANADORES»
La diplomática aseguró que
«no hay ganadores en las guerras comerciales, y quien se está riendo al margen
o mirando de reojo es China, que realmente se está aprovechando de que EE.UU.
tenga una guerra comercial con Europa».
«Pero también está claro que
si nos ponen estos aranceles, también defenderemos nuestros intereses. Pero al
final los consumidores acaban pagando precios más altos, y eso no beneficia a
nadie, así que realmente intentamos evitar estas cosas», continuó, añadiendo
que lo más importante ahora es «mantener la cabeza fría».
«Vemos las declaraciones y
luego lo que realmente importa son los pasos reales y los actos jurídicos que
se emprenden, y entonces también estamos preparados para reaccionar», concluyó.
Por su parte, el ministro de
Finanzas de Francia, Éric Lombard, aseveró que al iniciar tales acciones,
EE.UU. «se perjudica a sí mismo». «Sabemos que Trump es un negociador y que su
manera de negociar es, ante todo, aumentar los aranceles. Si queremos poder
negociar con él, tenemos que estar en igualdad de condiciones», justificó,
lamentando a su vez la «guerra estúpida» que se desarrolla con Washington.
Trump, tachando a la UE de
«una de las estructuras fiscales y arancelarias más hostiles y agresivas del
mundo, que se creó únicamente para aprovecharse de EE.UU.», advirtió que si el
organismo no anula un arancel del 50 % impuesto sobre el whisky estadounidense,
el país norteamericano impondrá pronto un arancel del 200 % a todo el vino,
champán y licores procedentes de Francia, así como de otros países del bloque.
Esto se produjo después de
que la Unión Europea anunciara la imposición de aranceles del 50 % a las
bebidas espirituosas estadounidenses como el whisky, entre otras tarifas sobre
productos industriales y agrícolas, por un valor total aproximado de 26.000
millones de dólares, en represalia a las tasas de Donald Trump sobre las
importaciones de acero y aluminio.
POSIBLES CONSECUENCIAS
Representantes de las
industrias de bebidas alcohólicas de Europa y EE.UU. se mostraron sumamente
preocupados por el anuncio y describieron la medida como «profundamente
decepcionante», agregando que será «enormemente perjudicial» para las empresas
de ambos lados.
Durante su primer mandato
(2017-2021), Trump también puso en marcha una guerra arancelaria contra la UE,
imponiendo aranceles del 25 % a los vinos franceses, ampliándolos luego al
coñac y otros licores de alta gama, después de que el bloque impusiera aranceles
de represalia del 25 % sobre el whisky estadounidense como respuesta a las
tarifas sobre acero y aluminio europeos. Además, se introdujeron tarifas sobre
otras bebidas alcohólicas provenientes de Alemania, el Reino Unido y España.
Los resultados fueron
catastróficos para la industria, con una caída del 40 % en las exportaciones y
una pérdida neta de 500 millones de euros (unos 542 millones de dólares),
recoge EuroNews.
De igual modo, las
exportaciones de whisky estadounidense a la UE cayeron un 20 %, de 552 millones
a 440 millones de dólares, mientras que para algunas empresas europeas
comerciar licores y vinos se volvió demasiado caro.
Las cifras de 2023 del
sector indican que las exportaciones a EE.UU. eran de casi 27 millones de
botellas de champán, lo que, según The New York Times, convertía al país en el
mayor importador de este producto.
Además, aproximadamente una
quinta parte de las exportaciones de vino de la UE iban a EE.UU., según datos
de Eurostas, y el país norteamericano era uno de los principales destinos de
las exportaciones de todo tipo de vinos en 2022.
«MUERTE PARA MUCHOS ACTORES»
Un gigante de las bebidas
espirituosas, citado por Le Figaro, aseveró que los aranceles del 200 % sobre
las bebidas alcohólicas son «potencialmente la muerte de muchos actores» de la
industria que se siente «devastada» por la noticia.
«Esto confirma lo que
temíamos: al proponer estas disposiciones [aranceles sobre el whisky], nos
poníamos en la mira directa del presidente estadounidense. Estamos hartos de
que nos sacrifiquen sistemáticamente por cuestiones que no tienen nada que ver
con las nuestras», manifestó Nicolas Ozanam, director general de la Federación
de Exportadores de Vinos y Licores de Francia.
A su vez, Chris Swonger,
presidente del Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas de EE.UU. expresó en
un comunicado que la imposición de los aranceles «socavará gravemente los
esfuerzos exitosos para reconstruir las exportaciones de bebidas espirituosas
estadounidenses a los países de la UE».
Por su parte, SpiritsEurope,
un grupo comercial que representa los intereses de productores de bebidas
alcohólicas en la UE, declaró estar «sumamente preocupado» al respecto y
advirtió que la medida «tendría consecuencias devastadoras para el sector».
Conforme a NYT, aunque
durante el primer mandato de Trump los aranceles impuestos a los licores y
otras bebidas alcohólicas eran menos extremos que los recién anunciados, la
recuperación de la industria aún así ha sido «prolongada y agotadora».
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