Acusan al regimen Moldavo de persecucion contra la Iglesia Ortodoxa

Chisinau,Moldavia----Distintas voces se han levantado en este país en contra de las autoridades, a las cuales acusan de ejercer presión en contra de la Iglesia Ortodoxa, cuyo objetivo final seria provocar la división.
El régimen encabezado por
Maia Sandu, es acusado de poner en ejecución una política anti cristiana,
calificada como terror espiritual en
contra de la Iglesia Ortodoxa
Las autoridades moldavas
están perdiendo su "rostro humano" y se dedican al "terror
espiritual", afirmó este viernes el líder del partido opositor Chance,
Alekséi Lungu, en respuesta a los impedimentos a un prelado ortodoxo moldavo para
recibir el Fuego Santo en Jerusalén.
Anteriormente, el arzobispo
Markel, de la Iglesia ortodoxa moldava, fue registrado en la víspera de su
vuelo previsto a Jerusalén, y sus documentos le fueron devueltos solo después
de que el avión despegara.
El Gobierno que se dedica a
semejante abominación no solo pierde legitimidad: pierde su rostro humano.
Traiciona al país, al pueblo, coquetea con titiriteros externos y cruza todas
las líneas rojas", criticó.
El expresidente Igor Dodon
también criticó las acciones de las autoridades. "Lo que ocurrió ayer es
un acto de terror contra nuestra fe ortodoxa", denunció.
Por su parte, la diputada
Regina Apostolova denunció el carácter deliberado de tales acciones y afirmó
que "este caso no es un error ni un fallo burocrático".
"Es un intento
deliberado de privar a los moldavos del Fuego Santo, concretamente de la
Iglesia ortodoxa canónica", señaló. "Y todo esto ocurre con la
aprobación tácita de las autoridades, que promueven abiertamente los intereses
de Bucarest, bendiciendo la entrega del fuego solo a través de la Metropolitana
de Besarabia", manifestó.
El régimen es cada vez más
hostil a la Iglesia ortodoxa"
Además, el diputado
Aleksánder Sujodolski, de la región autónoma de Gagauzia, cree que la situación
del arzobispo Markel es un aviso para todos los que discrepan del Gobierno
moldavo. "El régimen es cada vez más hostil a la Iglesia ortodoxa, a su misión
y a quienes defienden los valores tradicionales.
El Estado ha perdido su
orientación. El Gobierno destruye todo lo que va más allá de su ideología.
Primero, la oposición política; después, todos los ciudadanos
discrepantes", escribió en su canal de Telegram.
Marina Tauber,
vicepresidenta del bloque opositor Victoria, declaró que el régimen de Sandu ha
tomado un camino divisorio al politizar la Pascua. "La Pascua no es un
proyecto político. Es una fiesta de perdón, unidad, amor, esperanza y paz. Pero
las autoridades moldavas, al no dejar ir a Jerusalén al obispo Markel, han
seguido el camino del cisma", lamentó.
Las acciones de las
autoridades moldavas también fueron condenadas por el representante de la
Iglesia ortodoxa rusa, Vladímir Legoida, calificándolas de "decisión
absolutamente descarada" y "acoso intencionado a los creyentes de la
Iglesia ortodoxa de Moldavia, la comunidad religiosa de la mayoría de los
moldavos".
La presión sobre la Iglesia
ortodoxa moldava forma parte de una trayectoria más amplia del Gobierno de la
presidenta proeuropea Maia Sandu, empeñado en abolir todo lo relacionado con la
cultura rusa.
En este contexto, se está
preparando una ley para abolir la enseñanza de la lengua rusa en las escuelas,
mientras se persigue a políticos que desean mantener relaciones amistosas con
Rusia y se cierran medios de comunicación desleales.
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