Destacan las condiciones medicinaleds del apio

El apio es una verdura aromática perteneciente a la familia de la apiáceas, al igual que la zanahoria, el hinojo, el perejil y el comino.
Se piensa que esta
hortaliza, originaria de la cuenca del Mediterráneo, se cultivaba con fines
medicinales antes del año 850 a. C., ya que, al parecer, los médicos de la
antigüedad utilizaban sus semillas como remedio natural para tratar diversas
enfermedades, como resfriados, gripe, artritis y trastornos digestivos.
Actualmente, algunos
especialistas consideran al apio como un superalimento, puesto que contiene
varios compuestos beneficiosos para nuestro organismo.
Favorece la salud del
corazón
El apio es recomendado como
una buena opción para prevenir enfermedades cardíacas, ya que aporta potasio,
que ayuda a disminuir la presión arterial; fibra, que contribuye a reducir el
colesterol; y folato, que combate la inflamación.
Aunque este vegetal contiene
sodio de forma natural, cuyo consumo debe ser moderado en una dieta para el
corazón, también es una fuente destacada de polifenoles, compuestos con
propiedades antiinflamatorias que reducen el riesgo de afecciones cardiovasculares.
Ayuda a la función digestiva
Sus propiedades también
benefician el tracto digestivo y parece tener efectos particularmente positivos
en el estómago. Investigaciones en animales han demostrado que los
polisacáridos a base de pectina, especialmente el apiuman, pueden reducir la
aparición de úlceras, así como fortalecer el revestimiento estomacal.
Dado su alto contenido de
agua (cercano al 95 %) y de fibras solubles e insolubles, esta verdura favorece
la digestión. Una sola taza de sus tallos aporta alrededor de cinco gramos de
fibra, que ayuda a mantener el tránsito intestinal.
Controla la diabetes
Los flavonoides presentes en
el apio, como la apigenina, la luteolina y compuestos fenólicos, también
ofrecen protección contra el daño oxidativo de las células beta pancreáticas,
que son importantes en la producción y la regulación de la glucosa.
En particular, la apigenina
podría ralentizar la progresión de la diabetes al prevenir complicaciones como
cataratas, retinopatía diabética y neuropatía periférica. De la misma manera,
el apio contiene quercetina, un antioxidante poderoso que favorece la absorción
de glucosa en el hígado y estimula la liberación de insulina, ayudando así a
frenar el avance de la enfermedad.
Combate el daño de los
radicales libres
Otro de los beneficios del
apio consiste en la reducción de los efectos negativos del estrés oxidativo,
puesto que ayuda a combatir este proceso que ocurre cuando los radicales libres
dañan las células y órganos del cuerpo.
Entre los compuestos
antioxidantes presentes en este vegetal se encuentran el ácido cafeico, ácido
p-cumárico, ácido ferúlico, apigenina, luteolina, taninos, saponinas y
kaempferol, los cuales contribuyen a neutralizar los radicales libres.
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