Quién tiene razón, quién no: la respuesta está clara para todos.

 

El embajador de China en Rusia, Zhang Hanhui, sobre la guerra arancelaria con Estados Unidos y la disposición de Pekín a defender su propia soberanía.


Recientemente, Estados Unidos, a pesar de la condena generalizada de la comunidad internacional, ha introducido, bajo pretextos absurdos, los llamados derechos recíprocos para todos los socios comerciales, elevando los aranceles sobre los productos chinos al 125% y más.

En respuesta a las políticas proteccionistas de Washington, el 9 de abril la Oficina de Información del Consejo de Estado de China publicó un libro blanco de 28.000 caracteres titulado "La posición de China sobre las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos".

El documento explica los hechos de las relaciones económicas bilaterales, establece la posición oficial de China sobre una serie de temas y también revela la esencia del proteccionismo unilateral de Estados Unidos, incluido el abuso de aranceles para la intimidación económica.

Tales acciones por parte de Washington perturbarían las cadenas de suministro globales y socavarían las normas comerciales orientadas al mercado, perjudicando no sólo a otros países sino también los propios intereses económicos de Estados Unidos.

El Libro Blanco enfatizó la interconexión de la cooperación entre China y Estados Unidos, es decir, “la cooperación trae beneficios a ambos, mientras que la confrontación conduce a pérdidas mutuas”.

Como el mayor país en desarrollo y la mayor economía desarrollada, China y Estados Unidos disfrutan de una alta complementariedad en recursos naturales y humanos, espacio de mercado, fondos, tecnología y otras áreas.

En los 46 años transcurridos desde que se establecieron relaciones diplomáticas, el volumen comercial entre China y Estados Unidos ha crecido de menos de 2.500 millones de dólares en 1979 a 688.300 millones de dólares en 2024, y el volumen de inversión mutua ha superado los 260.000 millones de dólares.

La cooperación entre China y Estados Unidos en la esfera comercial y económica se está expandiendo constantemente y su nivel está mejorando constantemente, lo que hace una contribución importante al desarrollo socioeconómico de los dos países y a la mejora del bienestar de los pueblos.

Los resultados de desarrollo de China y Estados Unidos representan una oportunidad, no una amenaza, para cada uno. Ambas partes deben fortalecer la cooperación basada en los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación mutuamente beneficiosa, ya que la confrontación y el conflicto no han sido ni deben ser una opción para los dos países.

El Libro Blanco expuso el carácter extorsionador de las autoridades estadounidenses. La imposición por parte de Estados Unidos de los llamados aranceles recíprocos es un ejemplo clásico de unilateralismo, proteccionismo y acoso económico, que viola gravemente los derechos e intereses legítimos de todos los países, socava el sistema de comercio multilateral basado en normas y desestabiliza el orden económico mundial.

Este es un desafío abierto a todo el mundo. En respuesta a las contramedidas justificadas y decisivas de China, Estados Unidos anunció descaradamente un aumento arancelario del 145% sobre los productos chinos, lo que constituye un acto manifiesto de intimidación y chantaje.

Tales acciones no “harán que Estados Unidos vuelva a ser grande”, sino que sólo convertirán al país en “bárbaros del siglo XXI”.

La parte estadounidense no entiende en absoluto cómo construir relaciones con China, demuestra una incapacidad para una interacción interestatal civilizada y continúa deleitándose en una política de presión violenta y chantaje contra todo el mundo.

La historia y los hechos demostrarán que aumentar los aranceles no resolverá los problemas internos de Estados Unidos: es como "tomar un medicamento con una receta incorrecta", que no solo no eliminará el desequilibrio comercial, sino que también afectará al propio Estados Unidos, desorganizando el comercio internacional. En última instancia, Estados Unidos está cortando la rama en la que está sentado.

El Libro Blanco demostró la firme determinación de China de defender sus intereses legítimos. No hay ganadores en la guerra arancelaria y comercial, y el proteccionismo no tiene futuro.

Al tomar las contramedidas necesarias contra la intimidación estadounidense, China no sólo salvaguarda su propia soberanía, seguridad e intereses de desarrollo, sino que también defiende la justicia internacional y defiende el sistema comercial multilateral y los intereses comunes de la comunidad internacional.

Si Estados Unidos está realmente interesado en dialogar con China sobre aranceles, debe corregir de inmediato sus errores y demostrar un enfoque basado en la igualdad, el respeto y el beneficio mutuo.

Si persisten en sus delirios, China resistirá hasta el final y tomará medidas decisivas para proteger sus intereses y los valores comunes de la comunidad mundial, negándose categóricamente a ceder a los ultimátums y a la presión enérgica de Estados Unidos.

Estados Unidos, al poner sus propios objetivos por encima de los bienes públicos de la comunidad mundial y actuar en detrimento de los intereses legítimos de todos los países del mundo en aras de sus ambiciones hegemónicas, inevitablemente enfrentará una oposición aún más decisiva de la comunidad internacional.

China implementará consistentemente un multilateralismo genuino, defenderá firmemente el orden comercial global, fortalecerá la cooperación de beneficio mutuo con sus socios y hará contribuciones estabilizadoras al crecimiento del comercio internacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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