Alerta, cuidado con lo que toma, cuida tus riñones
¿Sabías que lo que tomas a diario puede afectar seriamente la salud de tus riñones? Aunque no lo notes de inmediato, hay bebidas muy comunes que podrían estar dañándolos poco a poco.
Los riñones son como los
filtros del cuerpo: limpian la sangre, eliminan desechos y equilibran líquidos.
Pero si los sobrecargas con ciertas sustancias, pueden empezar a fallar sin que
te des cuenta. Por eso es clave saber qué bebidas evitar para protegerlos a
largo plazo, de acuerdo con lo publicado en un reportaje en Mirror.
Evita estas bebidas por el
bien de tus riñones
1. Refrescos o sodas:
dulces, pero peligrosos
Las bebidas azucaradas como
la cola o los refrescos saborizados están cargadas de fructosa, un tipo de
azúcar que puede dañar los riñones cuando se consume en exceso. Un estudio
japonés con casi 8000 personas encontró que quienes tomaban dos refrescos al
día tenían mayor riesgo de desarrollar proteinuria, una señal de daño renal.
Tomar más de una soda al día
puede aumentar el riesgo de enfermedad renal crónica.
Además, estas bebidas
también aumentan el riesgo de obesidad y resistencia a la insulina, dos
factores que afectan directamente la función renal.
2. Bebidas energéticas:
mucha energía, poco beneficio
Las bebidas energéticas
están llenas de cafeína, azúcar, sodio y aditivos artificiales. Todo esto exige
un esfuerzo extra de los riñones para filtrar y regular.
La Fundación Nacional del
Riñón advierte que estos productos se consideran alimentos ultraprocesados, y
su consumo habitual puede aumentar el riesgo de enfermedad renal.
El exceso de cafeína también
puede deshidratarte y disminuir el flujo sanguíneo a los riñones.
3. Alcohol: el exceso pasa
factura
Beber alcohol con frecuencia
y en grandes cantidades puede elevar la presión arterial, causar deshidratación
y dañar tanto el hígado como los riñones.
Las guías de salud
recomiendan no superar las 14 unidades de alcohol por semana, lo que equivale a
unas seis cervezas o 10 copas pequeñas de vino.
Beber en exceso en poco
tiempo también puede aumentar el riesgo de daño renal y otras enfermedades.
4. Bebidas deportivas: no
son tan saludables como parecen
Aunque se promocionan como
hidratantes y ricas en electrolitos, muchas bebidas deportivas contienen altos
niveles de azúcar, sodio y colorantes artificiales.
A menos que hagas ejercicio
intenso por más de una hora, el agua es más que suficiente para mantenerte
hidratado.
El exceso de electrolitos
puede alterar la función renal si se consumen de forma regular.
5. Jugos de frutas: mejor
con moderación
El jugo de fruta natural
puede parecer una opción sana, pero también puede tener demasiado azúcar y
potasio, dos elementos que afectan los riñones, especialmente en personas con
problemas renales.
Incluso los jugos 100%
naturales pueden superar los 200 mg de potasio por porción. Además, muchos
productos comerciales tienen azúcar añadido y conservantes que no ayudan en
nada.
Si eliges jugos, que sean
sin azúcar añadido y en pequeñas cantidades. El jugo de arándano sin azúcar es
una de las mejores opciones.
¿Cómo saber si tienes
problemas en los riñones?
La enfermedad renal crónica
es silenciosa. A menudo no presenta síntomas al principio. Por eso, es
fundamental hacerse análisis de sangre y orina de forma regular.
Algunas señales de alerta
incluyen:
Hinchazón en pies o cara
Cambios en la orina (espuma,
color, frecuencia)
Fatiga persistente
Náuseas o vómitos sin causa
aparente
Tus riñones trabajan duro
por ti todos los días. Cuidarlos es más fácil de lo que parece: hidrátate con
agua, evita el exceso de bebidas azucaradas o alcohólicas, y escucha a tu
cuerpo.
Si haces pequeños cambios en
lo que tomas a diario, puedes reducir significativamente el riesgo de daño
renal a largo plazo.
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