DIOS SE HA ACORDADO DE SAN JUAN
Por el ing. Nestor Porfirio Mateo
PARTE 1:
La Gran Oportunidad para el
Valle de San Juan
La gran oportunidad de progreso socioeconómico, sostenible, integral e incluyente, que se yergue ante nuestros ojos, con el aprovechamiento de los minerales que Dios ha depositado a lo largo de la Cordillera Central, es un fenómeno tan importante que vale la pena analizarlo con detenimiento.
Aquellos que se oponen a todo lo relacionado
con el Proyecto Minero del Romero, y los que apoyamos que se realicen los
estudios de impacto ambiental de dicho proyecto, para poder determinar si la
extracción de los minerales que allí existen causaría o no los daños que
algunos temen que sucedan, deberíamos sentarnos a dialogar entre nosotros.
Lo que estamos a punto de
experimentar, en el municipio de San Juan de la Maguana, en el resto de la
provincia San Juan y en todo el Valle de San Juan, con la posible explotación
de los recursos mineros del Proyecto Romero, sería algo tan increíblemente grande
y positivo para todos, que algunos no lo pueden entender, otros no lo pueden
aceptar, mientras que la gran mayoría luchamos porque se apruebe la realización
de los estudios de impacto ambiental del mencionado minero, que salgan
positivos y que finalmente empiece la extracción de esos recursos mineros que
Dios Todopoderoso ha depositado en las profundidades del subsuelo de la montaña
en cuestión, para el beneficio de nuestra pauperizada comunidad de San
Juan.
La Cordillera Central
Esta cadena montañosa se
proyecta en el mapa en dirección noroeste-sudeste. Partiendo de la península de
San Nicolás, en Haití, se extiende en territorio dominicano desde Restauración
y Loma de Cabrera hasta las inmediaciones de Peravia y San Cristóbal.
La Cordillera Central es el
sistema montañoso más prominente de La Española, la cual atraviesa en dirección
sureste-noroeste y posee los puntos más elevados de la isla y de Las Antillas
en su conjunto. Asimismo, es aquí donde nacen los ríos más largos y caudalosos
de la geografía isleña: Yaque del Norte, Yaque del Sur, ríos Yuna, Camú, Bao,
Haina, Nizao, Nigua, Yubaso, San Juan, Mijo, Artibonito y Yacahueque, entre
otros.
La cordillera Central es una tierra del período Cretácico. En su origen fue una cadena de volcanes. Esta cadena montañosa se proyecta en el mapa en dirección noroeste-sudeste. Partiendo de la península de San Nicolás, en Haití, se extiende sobre el territorio dominicano desde Restauración y Loma de Cabrera hasta las inmediaciones de Peravia y San Cristóbal.
Una isla de oro,plata, cobre,Niquel, Z<inc, Bauxita, y tierras raras entre otros minerales
En esta
imagen se muestran doce (12) lugares donde existen minas de oro, a lo largo y
ancho de la Cordillera Central; hasta ahora, seis (6) de ellas están
localizadas en Haití, y seis (6) están localizadas en la República Dominican.
Actualmente, en la República Dominicana solo hay una mina de oro en explotación
a gran escala. Esa es la que está localizada en Cotuí (explotada ahora por la
Barrick Gold); la que está en las estribaciones de la Codillera Central (en la
zona de Medina y La Cuchilla, San Cristóbal), hasta ahora sabemos que es un
gran yacimiento de oro aluvial. Allí, debajo de unas plantaciones de cacao, los
lugareños cavan pequeños agujeros, extraen tierra y la lavan con la esperanza
de encontrar oro en polvo y algunas pepitas. Cerca de ahí, a lo largo del Rio
Haina, que nace en la Cordillera Central, desde tiempos inmemoriales y hasta el
día de hoy, buscadores de oro aluvial han mantenido una búsqueda incesante de
oro en las orillas del rio; y, más recientemente, se han descubierto las minas
de oro de Dajabón y de Juan de Herrera.
La
República Dominicana cuenta con depósitos de oro aluvial en diversas regiones,
especialmente en las áreas montañosas y ríos, particularmente en ríos y
terrazas que se originan en las cordilleras Central, Oriental y Septentrional.
La extracción de este oro, aunque tradicionalmente se ha realizado de manera
artesanal, tiene un potencial económico significativo y debe ser gestionada de
forma sostenible, con el objetivo de beneficiar a las comunidades y minimizar
los impactos ambientales.
Si
estudiamos el mapa de localizaciones de minas de oro, a lo largo de la
Cordillera Central, podemos atrevernos a deducir que la riqueza de oro de
nuestro país es mucho más grande de lo que se conoce. En el macizo de la
Cordillera Central, especialmente en la parte dominicana, desde San Cristóbal
hasta la frontera, es muy probable que se descubran muchas otras minas de oro,
plata, cobre, zinc y otros minerales metálicos.
Así que, aquellos que no cesan de gritar, criticar, amenazar y tratar de impedir un paso tan importante como la realización de los estudios de impacto ambiental del proyecto minero del Romero, mejor que se vayan preparando para continuar protestando en otras localidades, pues cada vez, podemos estar seguros, que se van a descubrir a todo lo largo y ancho de las cordilleras y las sierras de nuestro país, nuevos yacimientos de minerales metálicos y no metálicos, y más.
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