¿Qué es el Estado de Derecho?
El Estado de Derecho es un modelo de organización de un país en el cual todos los miembros de una sociedad se consideran igualmente sujetos a códigos y procesos legales divulgados públicamente.
En este sentido, es una
condición política que no hace referencia a ninguna ley específica sino que se
refiere al respeto en general a todo un sistema legal.
Asimismo, refleja el ideal
democrático según el cual el poder político está limitado por el Derecho: en
otras palabras, un régimen en el cual las autoridades actúan únicamente dentro
de los márgenes establecidos por la ley y su legitimidad depende, precisamente,
de su apego a dichos límites (Bobbio, 2015: 458) así como también las personas
que viven en esa comunidad respetan esas leyes.
No creas que resulta
sencillo definir este concepto. Por el contrario, como en toda definición de
conceptos siempre hay una discusión teórica detrás de la definición que se
adopta y, por tanto, no hay una única manera de entender las cosas ni de
precisar lo que significan.
En ese sentido, como ya
sabes desde que has iniciado tus lecturas de los primeros Módulos de
#FaroDemocrático, es necesario que precises siempre -e identifiques de manera
clara- lo que quieres definir y de qué manera hacerlo.
Por ejemplo, la definición
de Estado en sí misma enfrenta un montón de problemas porque su delimitación
depende de la perspectiva que uses, el paradigma desde donde lo observes, de
los adjetivos que le pongas al lado y también de la propia historia política
que se tenga en cuenta para enmarcar ese término.
La noción más común y
consensuada de Estado -la misma que nos enseñó el sociólogo alemán Max Weber-
es la que sostiene que es aquella asociación u organización que tiene para sí
el monopolio exclusivo y legítimo del uso de la fuerza en un territorio dado
resulta fundamental para entender de lo que estamos hablando cuando observamos
a esta unidad colectiva, da cuenta de la necesidad de vincular el concepto de
Estado a diversas dimensiones como la soberanía, la legitimidad o la
territorialidad.
Si bien en los orígenes los
Estados fueron pensados para acumular poder y territorios bajo una única
autoridad central; con el paso del tiempo la misma idea se ha ido complejizando
y ha sido dotada de muchas más aristas.
El Estado como organización
colectiva es “hijo de la historia” (Diz Otero, Lois González y Novo Vázquez,
2012: 41) y, aunque nació en Europa Occidental como idea y como unidad
política, se ha ido extendiendo a todo el mundo.
De ahí que los primeros
Estados modernos se organizaran en países como Inglaterra, Francia, España y
Suecia. Es más, su conceptualización ha ido variando a lo largo del tiempo así
como también su relación con otros términos tan importantes como el de pueblo,
sistema político, Estado-Nación, comunidad, entre otras.
De ahí que se lo piense como
forma histórica de organización política, como instituciones o como comunidad
política.
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