Que es la angustia
La angustia (etimología: del indoeuropeo anghu-, moderación, relacionado con la palabra alemana Angst) es un estado afectivo que se caracteriza por aparecer como reacción ante un peligro desconocido o impresión.
Suele estar acompañado por
intenso malestar psicológico y por pequeñas alteraciones en el organismo, tales
como elevación del ritmo cardíaco, temblores, sudoración excesiva, sensación de
opresión en el pecho o de falta de aire (de hecho, “angustia” se refiere a
“angostamiento”).
En el sentido y uso
vulgares, se lo hace equivalente a ansiedad extrema o miedo. Sin embargo, por
ser un estado afectivo de índole tan particular, ha sido tema de estudio de una
disciplina científica: la psicología, y especialmente del psicoanálisis, que ha
realizado los principales aportes para su conocimiento y lo ha erigido como uno
de sus conceptos fundamentales.
Como todos los conceptos
freudianos, el de la angustia fue construido por un Sigmund Freud poco a poco,
articulándose a la vez con los demás que integraban la teoría psicoanalítica en
pleno desarrollo, y creciendo a la luz de los nuevos descubrimientos que el
maestro vienés realizaba en su práctica clínica.
En sus primeros desarrollos
sobre la angustia, Freud comienza señalando la particularidad de este estado
afectivo penoso, que es el afecto penoso por excelencia, diferente de todos los
otros.
Lo que lo hace tan
particular y digno de investigación dirá Freud es, en parte, que aparece
refiriéndose a algo indeterminado, es decir, sin objeto.
Dice además, en la
Conferencia 25 de las Conferencias de introducción al psicoanálisis, que en
realidad no necesita presentarla al lector, pues es seguro que alguna vez la ha
sentido, dada su universalidad.
En este mismo texto de 1916
(17) señala la necesidad de una explicación del tema diferente de la medicina
académica de la época que pretendía reconducir todo a cuestiones orgánicas, lo
cual le restaba importancia a este concepto pues, en palabras de Freud: ..)el
problema de la angustia es un punto nodal en el que confluyen las cuestiones
más importantes y diversas; se trata, en verdad, de un enigma cuya solución
arrojaría mucha luz sobre el conjunto de nuestra vida anímica. (Sigmund Freud:
Conferencias de introducción al Psicoanálisis, Conferencia 25)
En esta primera versión de
la teoría de la angustia (luego de las elucidaciones alcanzadas más adelante
con respecto al Yo, el Ello y el Superyó Freud hará un giro fundamental), parte
de la diferencia entre “angustia realista” y “angustia neurótica”.
La angustia realista es
aquella que, como un apronte angustiado, alerta y prepara para la huida ante un
peligro exterior; es un estado de atención sensorial incrementada y tensión
motriz.
Puede haber dos desenlaces
para ella: o bien genera una reacción adecuada al fin y se limita a una señal
que ayuda a ponerse a salvo del peligro, o genera por el desarrollo total de la
angustia una reacción inadecuada que termina en paralizar al individuo.
Es importante diferenciar la
angustia del miedo y del terror. El miedo a diferencia de la angustia se
refiere claramente a un objeto, y el terror es el sentimiento que aparece,
justamente, cuando no hubo apronte angustiado y el peligro sobresalta.
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