Apnea del sueño y las enfermedades cardiovasculares
Ernesto Díaz Álvarez
El síndrome de apnea del sueño es un trastorno médico por el cual la persona deja de respirar reiteradamente cuando está dormida, debido a que las vías aéreas se cierran.
En consecuencia, el aire no
llega a los pulmones, aumentan los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la
sangre y se interrumpe el sueño, impidiendo que las noches sean reparadoras,
ocasionando somnolencia durante el día; en otras palabras, que la persona se
esté durmiendo en cualquier sitio o situación.
Quienes padecen este
trastorno suelen roncar, dejan de respirar por espacios de 10 a 30 segundos y
despiertan sobresaltados.
Esta condición, si no se
trata a tiempo, puede afectar de forma significativa la salud y calidad de vida
de quienes la padecen.
Se estima que
aproximadamente el 4% de los hombres y el 2% de las mujeres presentan esta
condición.
La presencia de apnea del
sueño se asocia con un aumento del riesgo de presentar una enfermedad
cardiovascular y cerebro vascular de 5 veces y la hipertensión arterial hasta
en un 40%; aumenta la presencia de arritmia cardiaca, enfermedad coronaria,
ataque cerebral, insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial pulmonar,
obesidad, resistencia a la insulina y/o diabetes; así como la posibilidad de
ocasionar accidentes de tránsito, accidentes laborales y domésticos, como
resultado de la somnolencia (dormitar durante el día).
De cada 2 personas obesas, 1
presenta problemas relacionados con el sueño, calculándose que un aumento de
10% en el índice de masa corporal supone un incremento del 32% en el riesgo de
padecer del síndrome de apnea del sueño.
Debemos destacar que los
hombres presentan tres veces más la posibilidad de desarrollar esta enfermedad.
Se presume que en las mujeres existe un factor protector hormonal, ya que en la
menopausia tienden a roncar igual que los hombres.
En muchas ocasiones las
personas acuden al médico diciendo que no pueden dormir y el medico les receta
un inductor del sueño, desconociendo que estos medicamentos, lo mismo que el
alcohol empeora el cuadro al suprimir más la función respiratoria.
Las personas con apnea del
sueño por lo general siempre están mal humorada, impacientes e irritables, son
olvidadizos, se duermen mientras trabajan, leen o ven televisión.
Se sienten somnolientos
cuando conducen o incluso quedarse dormidos al conducir, tienen dolores de
cabeza difíciles de tratar, por lo general son, malos amantes pues esta
enfermedad se acompaña de mucha impotencia sexual.
Las personas que padecen de
apnea del sueño tienen más probabilidades de morir de un ataque cardiaco de
noche, mientras duermen, que durante el día.
Es altamente conocido que la
mayor parte de los ataques cardiacos ocurren entre el amanecer y el medio día,
pero, en los pacientes con esta condición este patrón se ha alterado,
ocurriendo predominantemente entre las 10:00 pm y las 6:00 am.
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