Ministro de mineria Joel Adrian Santos justifica estudio impacto ambiental del proyecto minero El Romero

 

Santo Domingo, República Dominicana. – El ministro de Minería, licenciado Joel Adrián Santos Echavarría, aseguró que no cree que la mayoría de los sanjuaneros estén en contra de la realización de estudios de impacto ambiental en torno al proyecto minero Romero, ubicado en San Juan de la Maguana.

Durante una entrevista Santos Echavarría expresó que el Gobierno está consciente de que en esa zona existe un recurso mineral importante que podría tener condiciones para ser explotado, pero enfatizó que es fundamental cumplir con los procesos establecidos, siendo el primero de ellos los estudios ambientales que determinen la viabilidad o no del proyecto.

“Hay que llevar esta discusión al entorno científico. No es oponerse solo por oponerse”, manifestó el ministro, en respuesta a los sectores que han expresado rechazo incluso a los estudios preliminares.

Agregó que los funcionarios del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en San Juan de la Maguana se mantienen cautelosos en sus declaraciones sobre el tema, ya que están a la espera de los resultados de dichos análisis técnicos.

Santos Echavarría defendió la minería como un sector vital para el desarrollo económico del país, señalando que actualmente se realiza bajo métodos modernos y con estándares ambientales rigurosos.

“Nuestra posición como Gobierno es que la minería es un excelente recurso para países como la República Dominicana. Primero, porque es el principal producto de exportación y, segundo, porque contribuye de manera significativa a la estabilidad económica del país”, sostuvo.

Reiteró que cualquier proyecto minero debe ejecutarse cumpliendo estrictamente los parámetros medioambientales establecidos por la ley, subrayando que “no es a lo loco” y que solo los estudios ambientales arrojarán si la explotación de la mina Romero es factible o no.

El funcionario se refirió al tema al abordar el permiso otorgado a la empresa minera Gold Quest para realizar dichos estudios, insistiendo en que el debate debe centrarse en datos científicos y técnicos y no en posturas puramente emocionales o políticas.