A un dia de la cumbre en Alaska con Putin Trump sigue linea de amenazas contra Rusia
Washington, 14 ago (Prensa Latina) Con algunas señales contradictorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la cumbre con su homólogo ruso, Vladimir Putin, sigue en el centro de atención mediática a menos de 24 horas de su celebración en Alaska.
Mientras la Casa Blanca
redujo expectativas sobre la próxima cita, Trump amenazó la víspera con
«consecuencias muy graves» si Putin no acepta detener la guerra en Ucrania.
Trump no especificó cuáles
podrían ser esas consecuencias, pero hizo los comentarios después de una
reunión virtual con líderes europeos, incluido el presidente ucraniano,
Vladimir Zelenski (por cierto ha dicho que cualquier acuerdo sin Kiev nacería
muerto).
Si embargo, algunas
apreciaciones dentro de la propia administración Trump, el encuentro de mañana
no pretende poner fin a los enfrentamientos en Ucrania incluso se están
utilizando términos como «sesión de escucha» y «reunión de sondeo» para
describir los que pudiese discutirse sobre el tema.
El presidente Trump y su
equipo optaron por evitar predecir resultados y opinaron que quizás será
necesaria una cumbre de seguimiento con Putin y Zelenski para alcanzar algún
progreso concreto en el alto el fuego.
No obstante, Trump también
vaticinó que «hay muchas posibilidades de que tengamos una segunda reunión que
sea más productiva que la primera (…) Porque en la primera voy a averiguar
dónde estamos y qué estamos haciendo».
«Este es un ejercicio de
escucha para este presidente», comentó la secretaria de prensa de la Casa
Blanca, Karoline Leavitt, durante su conferencia el martes con los periodistas.
También el secretario de
Estado Marco Rubio y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov,
discutieron en una llamada telefónica el propio día “ciertos aspectos de la
preparación” del encuentro.
Para asistir a la reunión
-cuyos aspectos logísticos siguen en marcha- Trump tendrá que recorrer unos
cinco mil 400 kilómetros en línea recta desde esta capital hasta la Base
Conjunta Elmendorf-Richardson, una instalación militar ubicada en el extremo norte
de Anchorage, la ciudad más grande de Alaska.
A propósito, el Departamento
del Tesoro de Estados Unidos emitió ayer una licencia que suspenderá
temporalmente algunas sanciones contra Rusia con motivo de actividades
vinculadas a la cumbre del 15 de agosto.
Firmada por el director de
la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, la
medida dispensa transitoriamente de cualquier sanción las actividades
relacionadas con el evento hasta el 20 de agosto.
La última vez que Putin
dialogó personalmente con homólogo estadounidense fue hace poco más de cuatro
años, en junio de 2021, que habló con Joe Biden en Ginebra, Suiza. A Trump lo
tuvo frente a frente por última vez durante el primer mandato del republicano y
fue en junio de 2019 en Osaka, Japón.
Medios de prensa recuerdan
que Putin no será el primer jefe de Estado extranjero en ser recibido en
Anchorage por un ocupante de Despacho Oval, antes sucedió con el emperador
japonés Hirohito, en septiembre de 1971, cuando se reunió con el presidente Richard
Nixon.
Alaska fue parte de Rusia
hasta 1867, cuando Estados Unidos adquirió el vasto territorio de un millón 518
mil 800 kilómetros cuadrados al entonces Imperio ruso por algunos millones de
dólares.
Y ahora, ¿por qué se escogió
ese lugar? El asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, explicó que ambos países
son «vecinos cercanos» y «parece totalmente lógico que nuestra delegación
simplemente cruce el estrecho de Bering».
El lunes un desliz de Trump
ante los medios dio la nota. Quizás desde la perspectiva de Washington, el
estado más grande del país está tan lejos que casi parece ruso, indicó La
Opinión.
Bueno, Trump dijo a la
prensa en la Casa Blanca: “Me reuniré con Putin, el viernes voy a Rusia”.
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